Moroni: “En Estados Unidos, por ejemplo, [el empleo] se contrajo un 14%; en Australia casi un 5, nosotros estamos en 2.6 o 2.7. Es decir, una caída muy baja”

El ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Claudio Moroni, destacó las políticas que tomó el país para sostener el trabajo y sostuvo en una entrevista con Radio AM 750: “La caída del empleo ha sido mucho más baja que en otros países. En Estados Unidos, por ejemplo, se contrajo un 14%; en Australia casi un 5, nosotros estamos en 2.6 o 2.7. Es decir, una caída muy baja del empleo”.

¿Qué muestran los datos?

El total del empleo registrado en la Argentina cayó un 2,7% entre febrero, último mes antes de la llegada del coronavirus que provocó la pandemia, y mayo, último mes con datos disponibles. Para poder comparar meses distintos se utiliza la serie desestacionalizada, que elimina los factores estacionales de los meses.

Según un informe publicado esta semana por el Ministerio de Trabajo de la Nación, los asalariados registrados -aquellos que están en relación de dependencia y realizan aportes jubilatorios- cayeron un 2,5% en la Argentina en ese mismo período.

Ese estudio también muestra la situación de distintos países americanos y se ve que en los Estados Unidos en ese mismo período los asalariados cayeron un 13,8%, en línea con lo marcado por el Ministro y con los datos oficiales de los Estados Unidos. Si bien Australia no está incluida en dicho informe, al ver los datos oficiales de dicho país se confirma que el empleo ahí cayó un 6,6% entre febrero y mayo, similar al número señalado por Moroni.

Lo mismo se ve al analizar datos latinoamericanos reunidos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La Argentina es el país con datos donde menos cayeron los asalariados registrados: según los registros administrativos oficiales, entre febrero y abril en la Argentina cayó 2,3%, porcentaje que en otros países fue mayor y el número más alto se dio en Colombia (-9,2%).

Pero, sin embargo, el análisis oficial se basa sólo en los asalariados registrados, algo que no aclaró el Ministro, quien se refirió al “empleo” en general. En este sentido, el análisis no incluye la situación de otros tipos de empleos, como los independientes o el informal.

Como explicó a Chequeado Nuria Susmel, economista especialista en temas laborales de la Fundación FIEL, en cuanto al empleo informal “es difícil saber qué está pasando” porque en la Argentina sólo se ve con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que publica el INDEC cada 3 meses, y el último dato disponible es de marzo último. Recién el 23 de septiembre se publicarán los datos del segundo trimestre, por lo que se sabrá cuánto subió la tasa de desempleo (tasa que tiene en cuenta tanto el empleo formal como informal).

Juan Ignacio Paolicchi, analista económico de la consultora Eco Go que lidera Marina Dal Poggetto, explicó que otros países como “Estados Unidos, Alemania o Australia tienen una composición de la economía muchísimo más formal por lo que miden estadísticas mensuales de empleo que incluyen a casi toda la sociedad”, algo que acá no sucede por la mayor informalidad. En la Argentina, “para medir a toda la economía tenemos los datos trimestrales” del INDEC.

Susmel añadió que, a pesar de no tener los datos actuales, que en las distintas crisis “el empleo informal cae más que el empleo formal” porque “ajusta más rápido”. Como se ve en el análisis del BID, en la mayoría de los países latinoamericanos analizados en donde se tienen datos sobre la población ocupada total mediante la encuesta de hogares, la pérdida de empleo fue peor a la que se ve si sólo se analizan los asalariados registrados.

Distintos sistemas laborales

En el informe oficial, se destaca que en la Argentina cayó poco el empleo asalariado registrado en relación a otros países y que esto “se relaciona con las características del modelo de relaciones laborales argentino y con el conjunto de políticas implementadas en los últimos meses para enfrentar la crisis causada por la pandemia”.

En ese sentido, el estudio oficial destaca al programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y la prohibición de despidos “sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor” dispuestas por el Gobierno de Alberto Fernández o el acuerdo de suspensiones temporarias entre la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Central General de Trabajadores (CGT). Según los datos oficiales, en mayo un 12% del total del empleo asalariado privado se encontraban suspendidos.

Pero los distintos especialistas advierten que el sistema argentino es bien distinto al, por ejemplo, el estadounidense, el cual es más flexible y si bien tiene caídas bruscas del empleo, se recupera generalmente más rápido.

“En los extremos está el modelo americano de poca regulación y mucha elasticidad. Por otro, el europeo, digamos de protección. En el contexto actual no queda claro cuál es mejor”, aseguró Guido Lorenzo, economista director de la consultora LCG, fundada por el actual senador por Juntos por el Cambio Martín Lousteau.

En este sentido, Lorenzo agregó que “si bien el americano aparenta menos protección, tiene una elasticidad que permite oscilaciones bruscas, pero rápidas”, mientras que el europeo, “si bien preserva la relación empleado/empleador, puede llevar a que empresas tengan que cerrar por no poder ‘achicarse’”.

Lo mismo destacó Paolicchi. Al igual que Lorenzo, afirmó a Chequeado que “cada mercado laboral tiene ventajas y desventajas”, aunque aclaró que el sistema laboral en los Estados Unidos ante las crisis “se contrae un montón” y luego “se recupera mucho más rápido”, por lo que no sería correcto “compararlo con un sistema como el argentino, muchísimo más rígido”.

La frase que impulsa este chequeo fue buscada de manera automática, y luego seleccionada por periodistas, a través de “Chequeabot”, el nuevo sistema de automatización en el que trabaja Chequeado.

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