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El ranking de los vetos presidenciales

Al inaugurar un nuevo año legislativo, el martes pasado, Cristina Fernández recordó los augurios de principios de 2010, cuando la oposición afirmaba que el Ejecutivo iba a transformar el Gobierno en “una vetocracia”, e hizo referencia a un ranking de vetos que la posicionaba detrás de Néstor Kirchner.

“¿Se acuerdan que decían que esto iba a ser una vetocracia? (…) Déjenme decirles que esta Presidenta en tres años de gestión proporcionalmente ha hecho vetos por el 0,70%; solamente superada en menor cantidad de vetos por el presidente Kirchner, que fue el 0,68, y el período Alfonsín fue el 0,83 (SIC). El período donde más se vetó fue durante el año 2002 que fue de 6,92 vetos”, subrayó Fernández durante el discurso inaugural de las 129º sesiones ordinarias, y finalizó con una crítica al Gobierno de Buenos Aires debido al uso reiterado de este tipo de resoluciones por parte del actual jefe de Gobierno, Mauricio Macri (ver recuadro).

Chequeado.com intentó desde el jueves pasado, sin éxito, encontrar en la Jefatura de Gabinete de Ministros (secretaría que la Presidenta citó como fuente de la estadística) los números que dieran cuenta del ranking oficial de vetos. Sin embargo, gracias a datos brindados por el Programa de Estudios Electorales y Legislativos (PEEL) de la Universidad Torcuato Di Tella, pudo comprobar que Cristina Fernández es la presidenta que menos vetos totales aplicó desde 1983 hasta la actualidad, en comparación incluso con el ex presidente Néstor Kirchner.

El Poder Ejecutivo dispone, según la ley, de dos tipos de veto: el parcial y el total (ver recuadro). Pero los especialistas destacan que existe entre ambos una diferencia “sustancial”. Según el abogado constitucionalista Félix Loñ, “el primer caso es el más utilizado y significa que el Presidente rechaza algunos artículos de una ley que hasta incluso pueden ser errores del Parlamento. El segundo, en tanto, da cuenta de una discrepancia de fondo entre el Congreso y el Ejecutivo, que generalmente son casos excepcionales y de gran trascendencia institucional.”

Consultada por Chequeado.com, María Barón, directora de la ONG Directorio Legislativo, coincidió con Loñ y destacó que lo importante es la firmeza del Ejecutivo al vetar, ya que, en el caso de los vetos totales, si el Congreso desea insistir sobre el asunto, el proyecto deberá tratarse en las sesiones del próximo año. “Pero, en el caso de los vetos parciales, el Congreso suele discutirlo en el mismo período porque muchas veces no se trata de pujas políticas sino de errores o de cuestiones inaplicables”, explica Barón. Y, además, agrega: “Por lo tanto, el (veto) total suele funcionar como un termómetro de la relación Gobierno-Congreso. En cambio, los vetos parciales llevan a equívocos, porque se debe tener en cuenta el contexto y exactamente qué fue lo vetado y porqué.”

Lo cierto es que, de acuerdo a datos brindados por Ana María Mustapic, coordinadora del PEEL, el ranking de menos vetos totales respecto del total de leyes aprobadas por el Congreso es liderado por la presidenta Cristina Fernández. En efecto, entre 2007 y 2010 vetó totalmente el 0,66% de las leyes sancionadas. En el segundo lugar se ubica la presidencia de Néstor Kirchner, con el 2,16%, y en el tercero, la de Raúl Alfonsín con el 5,74 por ciento. El presidente que más vetos totales aplicó respecto de las leyes aprobadas en sus cuatro años de gobierno fue Fernando de la Rúa: el 8 por ciento.

Total leyes, porcentaje de vetos totales sobre leyes sancionadas y promedio de vetos por año, por presidencia
El ranking de los vetos presidenciales
Fuente: Elaboración propia en base a datos del PEEL y la Dirección de Información Parlamentaria.

En cuanto al promedio de vetos totales y parciales por año, la estadística también es liderada por Cristina Fernández (16 parciales y 2 totales -ver recuadro-), con 6 vetos por año, seguida por la presidencia de Alfonsín, con 8,16 vetos por año. El presidente que, en promedio, sancionó más vetos por año fue Duhalde con 26,4, seguido por De la Rúa (23) y por Menem durante su segunda presidencia con 21,5.

Corresponden de todos modos tres aclaraciones:

  • Cristina Fernández comenzó su mandato con mayoría oficialista y quórum en el Congreso, por lo que las posibilidades de recibir leyes que el Ejecutivo no compartía fueron bajas. Incluso, a pesar de que las relaciones de fuerza se modificaron a partir de las elecciones legislativas de 2009, el Frente para la Victoria (FPV) continúa hoy siendo la primera minoría y la oposición legislativa se encuentra fragmentada.
  • Los últimos tres períodos legislativos (2008-2009; 2009-2010 y 2010-2011) produjeron por debajo del promedio anual de leyes (129) aprobadas desde el regreso de la democracia. El Congreso del año pasado en especial, se ubicó entre los que menos normas aportaron durante el período parlamentario, con sólo 70 leyes sancionadas.
  • En el Congreso, luego de los vetos de la Presidenta, el oficialismo respaldó las decisiones del Gobierno en la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento del Trámite Legislativo, en donde siempre el FPV contó con amplia mayoría.

 

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y finalizó con una crítica al Gobierno de Buenos Aires debido al uso reiterado de este tipo de resoluciones por parte del actual jefe de Gobierno, Mauricio Macri (ver recuadro).

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Comentarios

  • Santiago Roza10 de marzo de 2011 a las 7:38 amSobre las "aclaraciones"...
    - No es el caso mas comun que al principio del mandato tengan mayoria oficialista? Que tendria de "especial" el caso de CFK?
    - Si van a tomar el numero *proporcional* de vetos / leyes, que importa entonces la cantidad *total* de leyes enviadas anualmente?
  • Praxxo27 de enero de 2012 a las 4:53 pmCoincido con Santiago. Para eso se calculan los %. La primera aclaración es un prejuicio. Macri tiene mayoría en la Legislatura y sin embargo ya lleva vetadas más leyes que Menem. Y muchas de esas leyes votadas y propuestas por su propio partido. Las aclaraciones parecen tener la intención de sacarle mérito a lo que dicen claramente los números ya que sólo están hechas para CFK. Un intento de neutralizarlos. Un deschequeo...
  • marta21 de marzo de 2015 a las 2:16 amsi vetara, se estaría vetando a sí misma!!! A sí misma, sólo se alaba ... ja!
  • marcos9 de abril de 2015 a las 4:25 amSantiago, No necesariamente uno tiene mayoría en el Congreso cuando se asume en el poder. Supongamos por ejemplo que una fuerza X ahora gana la presidencia, lo que se renueva es el 50% de las cámaras, por lo que suponiendo que gane con el 50% la elección, tendría un 25% del total de la cámara alineada, pero el 25% seria oposición, y el otro 50% restante viene de hace 2 años atrás. Imagínate que hoy gane el Partido Obrero por decir un partido con baja presencia legislativa, siendo gobierno puede aspirar a tener un 27% del total de las cámaras. No podría promulgar NINGUNA ley sin la aprobación de al menos un 33% de su oposición. Praxxo, por otra parte, SI es necesario una alcaracion, por que si vos perteneces a un partido X y los legisladores son también del partido X, ninguna ley que se promulgue va a ser presentada sin la aprobación previa del ejecutivo, cuantas veces se enviaron desde el ejecutivo leyes al congreso que fueron aprobadas y no vetadas, seria como vetarse a si mismo, las únicas 2 leyes que se vetaron TOTALES fueron presentadas y aprobadas por la oposición. Y por ultimo Macri no tiene mayoría en la legislatura porteña. Tiene 28 diputados de 59.
  • CS20 de abril de 2015 a las 5:26 pm(1) Los vetos parciales no son siempre cuestiones menores o errores como dice María Barón. Si buscan, hay vetos parciales sobre proyectos sancionados que fueron presentados por legisladores y también sobre iniciativas presidenciales. Cuando un presidente veta su propia iniciativa es porque se introdujeron modificaciones con las que no concuerda. Desde 1989 el Ejecutivo, en promedio, vetó el 20% de sus propias iniciativas en forma parcial (quitando las iniciativas presidenciales q se refieren a tratados internacionales xq esas no se pueden enmendar y sancionar). (2) Hay que tener en cuenta la disciplina partidaria y no sólo la cantidad de bancas que se controlan para entender qué leyes se sancionan y cuán distantes están de las preferencias del Ejecutivo. (3) También hay que considerar que tanto Presidente como Congreso se anticipan uno al otro. (4) La cantidad total de leyes (que dice Santiago que no importa), sí importa porque sugiere algo sobre qué tipo de leyes se aprueban: En general la cantidad de leyes beneficiando a provincias de carácter electoral es contante año a año. Es parte de lo que hacen los legisladores todo el tiempo y no son leyes cargadas ideológicamente, tampoco interfieren con política nacionales. Si baja mucho el número de leyes, uno podría intuir que en su mayoría van a ser de estas leyes. No veo a un presidente vetando una ley que declara una fiesta nacional de fideo... En fin, hay artículos académicos que tratan estos temas. No es tan simple como parece.

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