Pino Solanas: “El decreto para importar basura de Macri […] elimina el requisito de inocuidad y peligrosidad de origen”
- El decreto modifica la reglamentación del manejo de residuos peligrosos y termina con la obligación de un certificado de origen.
- El Gobierno señala que es para habilitar la importación de residuos reciclables que se puedan reutilizar y asegura que habrá controles.
- Distintas organizaciones ambientales y sociales advierten varios peligros.
El primer candidato a diputado por el Frente para Todos de la Ciudad, Fernando “Pino” Solanas, criticó la nueva reglamentación para el ingreso de basura al país. “El decreto para importar basura de Macri es preocupante porque elimina el requisito de inocuidad y peligrosidad de origen”, dijo. ¿Qué dice el decreto y cómo afecta el tratamiento de la basura en el país?
El presidente, Mauricio Macri, cambió las condiciones para permitir el ingreso de basura en el país, al modificar la reglamentación vigente a través de un decreto. Ahora se permitirá la entrada de basura que se pueda reutilizar y para la cual haya un mercado en el país, sin la necesidad de un certificado de inocuidad, que antes se solicitaba. Será la Secretaría de Ambiente, junto con el Ministerio de Producción, quienes estarán a cargo de definir cómo se pueden ingresar en el país.
Una de las modificaciones de la nueva reglamentación fue la eliminación de la necesidad de presentar un “certificado de inocuidad sanitaria y ambiental”, por lo que ahora solo será necesario cumplir con “las exigencias y al procedimiento de importación que dispongan la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable”. A su vez, se modificó la definición de “residuos peligrosos” omitiendo en su nueva definición aquellas materias que sean recicladas, recuperadas o reutilizadas. ¿Por qué es importante este cambio en la legislación?
En el mundo existe un mercado de exportación e importación de material reciclable. “Las empresas lo utilizan como materia prima para productos”, explica el Alejandro Valiente, asesor técnico de la Federación de Cartoneros-CTEP. “El cartón se utiliza para volver a hacer cajas de embalaje y el plástico en la industria textil, en las botellas y en muchos otros usos”, añade.
El decreto señala que, en la práctica, el certificado de inocuidad no era emitido por todos los países, faltaban algunos como los Estados Unidos, por lo que se creaba un vacío legal en la importación de estos insumos. El cambio de reglamentación eliminaría entonces muchas de las trabas que antes tenían las empresas para importar este material. “En lo hechos, el proceso que antes tardaba un mes ahora tarda una semana”, explicó Valiente.
Uno de los problemas con la importación de basura reciclable es que existe el riesgo de que haya basura que se encuentre contaminada o sucia. Es de hecho lo que ocurrió en China, que hasta fines de 2017 importaba plástico, pero cerró sus fronteras debido a que les llegaba material contaminado. En consecuencia, Estados Unidos comenzó a exportar plástico a otros países con menores restricciones a la hora de importar material reciclado como Malasia, Tailandia y Ecuador, según una investigación de The Guardian.
Sin embargo, la Secretaría de Ambiente emitió un comunicado donde establece que “con este decreto, la prohibición para importar residuos se mantiene. Solo pueden ingresar aquellos productos para los que haya una demanda específica en la industria nacional, que satisfagan las normas aplicables al producto y que no generen impactos adversos para el ambiente”.
Esta es una de las preocupaciones que generó el decreto. “Si China nos enviara un container de material reciclable que luego resulta contaminado. ¿Qué se hace con este material? ¿Quién se hace cargo del costo y de esa basura?”, advierte Manuel Jaramillo, director de la Fundación Vida Silvestre. El hecho de que la basura sólo se podrá revisar una vez que esté en territorio argentino es uno de los problemas de la nueva legislación.
Por otro lado, el senador y candidato a diputado Solanas presentó un proyecto de ley para derogar este decreto donde explica que “estamos muy lejos de tener un óptimo tratamiento de nuestros propios residuos como para siquiera pensar en importar: tenemos miles de toneladas de reciclables en nuestra propia basura que podrían satisfacer la demanda interna”.
En un informe de 2019, la Fundación Vida Silvestre afirma que “de las 2,7 millones de toneladas de residuos plásticos que se generan, 273 mil no se recolectan”. A su vez, de los residuos que son recolectados sólo el 5% es reciclado, ubicando a nuestro país dentro de los 25 países que más desechos plásticos produce. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, se desechan alrededor de 90 mil toneladas de basura por mes. Hay 12 cooperativas que se dedican al reciclaje en la Ciudad, reciclando alrededor de 600 toneladas diarias de las 3 mil que se desechan, entre papel, cartón, plásticos entre otros.
Otra de las críticas es que se debería mejorar la gestión de los residuos y las condiciones de trabajo de las cooperativas para que las empresas puedan utilizar como insumos el material reciclable del país. Además de ser un riesgo ambiental, la importación de estos productos puede disminuir el precio de compra del material reciclable.
“Si empiezan a importar hay un riesgo para los cartoneros porque no van a tener a quién venderle, o no les va a alcanzar lo que les paguen para vivir. Pero el riesgo también es para el ambiente. Porque si los cartoneros ya no pueden vender, las miles de toneladas que hoy juntan van a sumarse a todo lo que ya se tira, agravando el desastre ambiental. Puede generar un círculo vicioso”, advierte Valiente.
Por su parte Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas, asociación especializada en tratamiento de plásticos, afirma que “la demanda de plásticos post consumo se mejoraría sustancialmente con un Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU)” ya que “la industria plástica recicladora actualmente está trabajando en un 60% de su capacidad de producción por falta de insumos”.
Es por todo esto que muchas organizaciones y referentes ambientales consideraron que esta reglamentación de la ley es anticonstitucional. “Es un decreto reglamentario que viola la propia ley que reglamenta, que es la 24.071. Además viola los principios ambientales de no regresión ambiental y de progresividad. El primero establece que una vez que alcanzas cierto nivel de protección ambiental no podés retroceder mientras que por el segundo tenes que ir permanentemente avanzando en la protección”, según explica el abogado ambientalista Enrique Viale, de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.
Esta nota contó con la colaboración de Iara Galindo.
Fecha de publicación original: 10/09/2019
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