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El embarazo adolescente bajó desde 2013, ¿cuáles son las razones?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • La cantidad de bebés que nacieron de mujeres menores a 20 años cayó un 26% entre 2013, cuando empezó la tendencia decreciente, y 2018, último dato disponible.
  • La baja se dio todos los años.
  • El embarazo entre menores de 15 también disminuyó, pero hubo aumentos en algunos años.

La Argentina es uno de los países con mayor tasa de embarazo adolescente de la región, por encima de Brasil, Chile y Uruguay, según los datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Sin embargo, hay una tendencia positiva en los últimos años. A partir de 2013 se registra una baja en la cantidad de niños que nacieron de madres menores de 20 años. Ese año se registraron 117 mil casos; en 2018, último dato disponible, el número fueron 87 mil.

A pesar de la reducción, el problema sigue: en 2013 los nacimientos de mujeres menores de 20 fueron el 15,6% del total, uno cada 4,5 minutos (117 mil nacimientos, que dividido por la cantidad de minutos del año da ese resultado). En 2018 fue uno cada 6 minutos, el 12,7% de los nacimientos.

En el caso de embarazos de mujeres menores de 15 años, hubo también una reducción. En 2013 fueron 3.261 los casos y en 2018 bajaron a 2.350. Pero no se trata de una tendencia que baja de manera constante año a año: en algunos períodos y provincias hubo aumentos.

En el caso de las menores de 15, los embarazos se relacionan con el abuso y la coerción, además de la falta de educación y el acceso a los anticonceptivos”, explicó a Chequeado Miriam Salvo, doctora y parte de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil.

Entre las causas de la baja general de embarazo adolescente, los especialistas señalan el lanzamiento del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) desde 2017 y un mayor acceso a la Educación Sexual Integral (ESI) y el uso de los anticonceptivos de larga duración, como los implantes subdérmicos, entre otros factores.

“El inicio del Plan ENIA fue un factor importante, junto con un mayor acceso a la educación sexual integral, en lo cual influyó la discusión sobre la interrupción legal del embarazo durante 2018”, señaló Sandra Vázquez, directora de la Fundación para la Salud del Adolescente (FUSA),quien además pertenece al Consejo asesor del plan.

El plan ENIA, en el que participan los ministerios de Desarrollo Social, Salud y Educación, impulsó, entre otras cosas, el uso de implantes subdérmicos, anticonceptivos que deben ser colocados una vez y funcionan durante 3 años. De acuerdo con datos de la entonces Secretaría de Salud, en respuesta a un pedido de acceso a la información de Chequeado, en 2018 se entregaron 142 mil dispositivos a los servicios provinciales de Salud. Un aumento importante en relación a 2014, cuando fueron 12.420.

En cuanto a la continuidad del plan, desde el Ministerio de Desarrollo Social señalaron a Chequeado que “el plan va a seguir, pero se está redefiniendo para ver cómo y con cuáles organismos articula”.

Dado que los datos de embarazo adolescente son de los nacimientos de mujeres menores de 20 años, es decir sólo los embarazos que llegan a término, hay otros factores que también pueden influir en la baja, como un mejor acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Se trata de los casos en los que hubo una violación o el embarazo presenta un riesgo para la salud de la mujer, que están previstos en el Código Penal como causales.

No hay datos del acceso a este derecho en cada una de las provincias, pero la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sí  informa al respecto, y muestra un aumento en la cantidad de adolescentes que accedieron a la ILE. En 2016, primer año con datos, fueron 134; en 2017 se realizaron 397 y en 2018, el último disponible, fueron 777 adolescentes.

Vázquez señaló también como una posible causa de la baja el acceso al misoprostol, un medicamento que puede provocar un aborto, como una de las posibles causas de la baja. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “cada vez es más frecuente que las mujeres de la región obtengan y se autoadministren medicamentos como el misoprostol fuera de los sistemas de salud oficiales. Esto ha conllevado que en la región se hayan registrado menos muertes y complicaciones graves derivadas de abortos peligrosos”. Aunque aclara que no se trata de abortos seguros, dado que no se dan dentro del sistema de salud.

Más allá de la disminución, se mantienen grandes diferencias entre las regiones del país. “En varias provincias, las tasas de fecundidad de las mujeres adolescentes resultan significativamente más altas que las del conjunto nacional. Los valores más elevados se presentan en Formosa, Chaco y Misiones. Por el contrario, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el distrito con tasas más bajas del país”, señala un informe sobre la salud en la adolescencia, elaborado en 2019 por el entonces Ministerio de Salud y Desarrollo Social, junto con UNICEF.

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Comentarios

  • FedericoR10 de febrero de 2020 a las 12:18 pm"La baja se dio todos los años", pero se vuelve realmente significativa desde 2016...
  • Jorgelina24 de febrero de 2020 a las 12:38 pmEsta nota debería estar ligada a alguna estadística de muertes por abortos bajo condiciones insalubres. Ya que eso hace la diferencia cuando se dice que en ciertas provincias aumenta el embarazo adolescente. En Buenos Aires las personas cuentan con dinero y lugares para ir a interrumpir el embarazo. En provincias más pobres, prefieren parir en vez de morir. Esa es la diferencia que veo en esta frase. Los valores más elevados se presentan en Formosa, Chaco y Misiones. Por el contrario, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el distrito con tasas más bajas del país”,

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