Hoy es más difícil comprarse una casa que en 2003
Cada vez menos personas son dueñas de sus casas en la Argentina. Entre el Censo de 2001 y el de 2010, por ejemplo, las familias que alquilan su vivienda pasaron del 11% al 16% a nivel nacional, un fenómeno aún más acentuado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde aumentó del 22% a casi el 30 por ciento. Tanto es así que durante la campaña presidencial Mauricio Macri prometió un millón de créditos hipotecarios.
En esta línea, un reciente informe elaborado por la Dirección General de Estadística y Censos porteña muestra que la vivienda propia se volvió más inaccesible. Según el trabajo, en agosto de 2015, el ingreso promedio de una pareja de profesionales ($36 mil) alcanzaba a cubrir el 32% del ingreso mínimo necesario para conseguir un crédito hipotecario de una vivienda de 70 m2. El ingreso necesario sería entonces de más de $100 mil pesos para una pareja.
Salvo octubre de 2014, es el peor valor de toda la serie que arranca en 2007. Lo mismo pasa para una pareja de técnicos, cuyo ingreso promedio alcanza el 24% del ingreso mínimo necesario.
El indicador tiene en cuenta el precio promedio del metro cuadrado en la Ciudad, un préstamo equivalente al 75% del valor de una propiedad de 70 m2, y una cuota mensual del crédito que no debe superar el 30% del ingreso de la pareja. Con esta información elabora el señalado ingreso mínimo necesario. El informe señala que pese al aumento de los salarios, el incremento de los inmuebles fue mayor, a lo que se suma la depreciación del peso y el encarecimiento de la tasa de interés.
El incremento de la dificultad para acceder a una vivienda es algo que se da incluso si se tiene en cuenta un período mayor. La consultora Orlando J. Ferreres y Asociados (OJF) registra que en el primer trimestre de 2003 un departamento de 50m2 en la Ciudad equivalía a 53,5 salarios promedios del sector formal, mientras que para el primer trimestre de 2015 había aumentado a unos 77 salarios.
Una de las razones principales de esta situación es la variación del costo de la vivienda. Luis Baer, especialista en políticas de suelo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), señala en un trabajo que en el período 2002-2012 “ningún bien de consumo corriente ha experimentado un aumento de precios tan significativo como el suelo y la vivienda”.
Mientras el valor de las viviendas entre 2007 y 2015 aumentó un 800%, los salarios lo hicieron en promedio en un 450%, de acuerdo con el informe del Gobierno de la Ciudad.
Por otro lado, el crédito hipotecario es menor al que existe en otros países de la región. Un informe de 2013 de la consultora de finanzas First muestra que ese año el financiamiento para vivienda en la Argentina representaba un 1,6% del Producto Bruto Interno (PBI), cuando en Uruguay era el 4%, en Brasil el 7,7%, en Chile el 18,7%, y en los Estados Unidos superaba al 80 por ciento.
En el país, la mayor cantidad de los préstamos hipotecarios corresponden a instituciones estatales o con fondos públicos, como el programa Pro.Cre.Ar. que se canaliza a través del Banco Hipotecario (con participación estatal mayoritaria aunque de gerencia privada). Son 8 de cada 10 créditos si se mira el stock, que contabiliza a todos los préstamos con este fin que aún resta cancelar más allá del año en el que se hayan otorgado.
Sin contar los fondos del Pro.Cre.Ar., los tres bancos con más participación en préstamos hipotecarios son públicos: el Banco Nación (40% del total), el Banco Ciudad (15%), y el Banco Provincia (7%). Desde el equipo de prensa del Banco Ciudad destacaron a Chequeado que la entidad queda en primer lugar si se tienen en cuenta los activos de cada uno, algo que se desprende de la información del Banco Central. “Prácticamente los Bancos privados se han retirado del mercado del crédito hipotecario”, concluye un estudio de la consultora Reporte Económico.
Fecha de publicación original: 05/02/2016
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