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Menstruación y deporte: qué mitos aún persisten y por qué es clave desmentirlos 

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • A diferencia de la creencia popular, la actividad física no está contraindicada durante los días de menstruación. De hecho, el ejercicio moderado alivia el dolor menstrual.
  • Además, las endorfinas asociadas a la práctica deportiva ayudan a mejorar el estado de ánimo y reducir la fatiga. Hacer deporte es saludable todos los días.
  • En lo que respecta a cómo afecta el ciclo menstrual en el rendimiento de las deportistas de élite, los estudios no son concluyentes. Sin embargo, cada vez más se toma en cuenta el ciclo menstrual en los entrenamientos.

Aunque afortunadamente cada vez hay menos mitos en torno a la menstruación, existen algunas creencias que aún persisten como las relacionadas con la práctica deportiva. “Es malo hacer ejercicio durante el periodo”, “La menstruación afecta el rendimiento deportivo” o “Si practicas natación en esos días se corta el sangrado”. Sin embargo, la evidencia científica y los especialistas sostienen que esto es falso.

En esta nota, Chequeado te cuenta qué estudios existen sobre la relación entre el dolor menstrual y el ejercicio físico, qué vínculo hay entre el deporte y el síndrome premenstrual, y cómo afecta el ciclo menstrual a las deportistas de alto rendimiento.

El dolor menstrual disminuye con la actividad física

La menstruación es el proceso en el cual el útero desprende sangre y tejido a través de la vagina. Es un proceso natural y sano para las niñas y las mujeres en edad reproductiva.

“Es una evidencia que la práctica de deporte moderado es beneficioso para la menstruación, el embarazo y la menopausia”, sostiene un grupo de investigadores de la Universidad St. Mary’s de Twickenham, en Reino Unido. Según el estudio que evaluó a 14 mil mujeres de diferentes países, “un 78% dijo que el ejercicio aliviaba las molestias”.

La investigadora principal del estudio, la doctora Georgie Bruinvels, explicó que “la mayoría del dolor menstrual está causado por inflamación y el ejercicio tiene efectos antiinflamatorios a largo plazo (no así a corto plazo). Además, las endorfinas asociadas a la práctica de ejercicio pueden reducir los síntomas y dolores menstruales”.

Las endorfinas ayudan a mejorar el estado de ánimo y actúan como analgésicos naturales, disminuyendo los dolores asociados a la menstruación. Así lo explicó a Chequeado la ginecóloga Sandra Magirena, miembro de la Sociedad Argentina de Ginecóloga Infanto Juvenil y autora del libro “Regreso a mí: Vivir una menopausia consciente”. Y agregó: “La menstruación es sinónimo de salud, por lo tanto no es un limitante para realizar deporte”.

Por último, en lo que respecta al dolor menstrual, un estudio que examina la performance de 241 atletas, publicado por la Universidad de Atatürk, en Turquía, también sostiene que “el rendimiento físico no se ve afectado por la menstruación, sino que el dolor disminuye durante el entrenamiento y la competición”. 

El ejercicio puede reducir los cambios físicos o anímicos

“La mujer tiene variaciones hormonales durante el ciclo, fluctuaciones que le dan la característica de la ciclicidad que la hace diferente”, explicó Magirena a este medio.

Y agregó que el sistema humano produce sustancias internas como la serotonina, la oxitocina, la adrenalina, las endorfinas y los endocanabinoides que producen cambios anímicos: “Si haces actividad se elevan las endorfinas y la serotonina que es la que produce bienestar, alegría, felicidad”.

Del mismo modo, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) señala que “para muchas mujeres, el ejercicio aeróbico regular reduce los síntomas del síndrome premenstrual (el conjunto de síntomas que se produce en las mujeres, generalmente entre la ovulación y la menstruación). Puede reducir la fatiga y la depresión” y también puede “aumentar la frecuencia cardíaca y la función pulmonar”. 

La clave, según el ACOG, estaría en hacer ejercicio con regularidad, “no sólo durante los días en que se tengan síntomas, sino hacer al menos 30 minutos de ejercicio la mayor cantidad de los días de la semana”.

Por último, acerca del mito que vincula la natación y la menstruación ( “Si nadas cuando tenés el período se corta el sangrado y se coagula dentro del cuerpo”), Magirena señaló que no existe ninguna contraindicación para practicar este deporte. Y agregó: “Suele suceder que cuando la nadadora entra al agua se produce una vasoconstricción de los vasos uterinos y, en general, el sangrado cesa en el momento en el que se encuentra nadando. Después, cuando salís del agua al cabo de un rato vuelve el sangrado”.

El caso del deporte de alto rendimiento

Acerca de cómo afecta el ciclo menstrual el rendimiento deportivo de las deportistas de élite, existen estudios con conclusiones contrapuestas e incluso las opiniones de las propias deportistas varían sustancialmente.

Por ejemplo, la campeona de España de maratón y subcampeona de 3 mil metros con obstáculos, Tamara Sanfabio, contó en una entrevista con el diario El País: “He competido mejor con la regla en pruebas de resistencia -se refiere al maratón- y peor en otras de intensidad, en la época que participaba en los 3 mil metros”.

Por su parte, la nadadora china Fu Yuanhui declaró tras la final de 4×100 en los Juegos Olímpicos de Río 2016 que la carrera no salió como esperaba porque se sentía especialmente cansada porque la noche anterior le había venido “la regla”.

En 2019, Estados Unidos salió campeón en el Mundial de fútbol femenino disputado en Francia. Al finalizar el torneo, se supo que la preparadora física del conjunto, Dawn Scott, había decidido trabajar también con el ciclo menstrual

Scott determinó que las diferentes fases del ciclo menstrual tenían un impacto en el rendimiento del plantel: la etapa premenstrual y durante la menstruación eran los momentos menos favorables para las fuertes exigencias deportivas. De este modo, Scott creó una aplicación, FitrWoman, para ajustar las prácticas a cada jugadora.

Del mismo modo, un estudio publicado por la Universidad del Valle, en Colombia, concluyó que “las fases más favorables para una mayor carga de ejercicio son la postmenstrual y postovulatoria”, mientras que “en las fases de tensión fisiológica (ovulatoria, premenstrual y menstrual) hay que descender la magnitud de la carga”. 

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