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Ola de calor: ¿es malo para la salud dormir con el aire acondicionado encendido?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Ante las altas temperaturas, el uso del aire acondicionado se volvió un aliado, incluso para poder dormir por la noche.
  • Sin embargo, especialistas advierten que el aire frío y seco puede irritar las vías respiratorias y causar dolor de garganta y resfriados. También, la falta de limpieza de los filtros aumenta la posibilidad de infecciones al acumular gérmenes.   
  • Recomiendan usar el aire entre los 24 y 26 ºC, humidificar el ambiente, mantenerse hidratado y limpiar los equipos al menos una vez al año.

Gran parte de la Argentina atraviesa la novena ola de calor en lo que va del verano, con temperaturas máximas de entre 35 y 40 ºC en la Ciudad de Buenos Aires y sectores de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. 

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se trata de uno de los veranos más cálidos de la serie histórica (1961-2023). Los datos preliminares muestran que el verano 2022/23 podría superar incluso al muy caluroso verano de 1988/1989.

Ante las altas temperaturas, el uso del aire acondicionado se volvió una constante en hogares, comercios y oficinas que cuentan con el dispositivo. E incluso, como el calor no afloja con la caída del sol, tener el equipo encendido toda la noche se convirtió en un aliado para poder dormir. 

Pero, ¿puede el aire acondicionado enfermarnos? ¿Es malo para la nariz y la garganta dormir con el equipo encendido toda la noche? Te lo contamos en esta nota.

Dolor de garganta, resfrío y alergias

La vía aérea superior (nariz, cavidad nasal y la garganta) tiene como objetivo calentar, filtrar y humidificar el aire que inhalamos, hecho que se vuelve más difícil en un ambiente acondicionado por un aparato, donde el aire se enfría y pierde humedad. 

Esto puede irritar las vías respiratorias, generando cuadros de rinitis, sinusitis, faringitis, laringitis, etcétera. Además, el frío hace que el aparato ciliar, una de las primeras barreras que tenemos contra los microorganismos en nuestras vías respiratorias, no sea tan eficiente para ‘barrer’ las moléculas, virus y bacterias que se depositan en su superficie, aumentando el riesgo de infecciones”, explicó a Chequeado Ramiro Heredia, médico clínico de la Séptima Cátedra de Medicina Interna del Hospital de Clínicas.

Y agregó: “Además, en verano puede haber infecciones por el principal virus del resfrío, el rinovirus, gracias al aire frío generado por los aires acondicionados, que mejora su eficacia para infectar a la vía aérea superior y la cavidad nasal”.

A la falta de ventilación en lugares cerrados, se le suma la deficitaria limpieza de los filtros de los aires acondicionados. “Esto conlleva a la acumulación de partículas alergénicas, como pólenes, polvos domésticos y ácaros, y aumenta la posibilidad de infecciones al acumular gérmenes”, advierten desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

Entre estos gérmenes, el más conocido es la bacteria Legionella Pneumophila, responsable de una neumonía que puede ser grave. Otros de los principales contaminantes del aire son los hongos Aspergillus niger y Aspergillus fumigatus, que provocan rinitis, asma, neumonía o neumonitis (inflamación del tejido pulmonar) por hipersensibilidad.

Dormir con el aire acondicionado encendido

La temperatura ideal para dormir ronda entre los 24 y 25º C. Cuando uno duerme con temperaturas más altas, nuestro cuerpo suele tener despertares por incomodidades o sudoración. Estos factores contribuyen a que el sueño sea superficial y de mala calidad. Por eso es importante que en verano la habitación esté lo suficientemente refrigerada”, señaló Facundo Nogueira, neumonólogo y jefe del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas. 

El especialista recomendó lograr una temperatura de 24/25 ºC y advirtió que enfriar demasiado el ambiente durante la noche puede resultar contraproducente, ya que podemos sentir frío y despertar varias veces a mitad de la noche.

Además, cuando uno descansa puede dormir con la boca abierta y, si lo hace con el aire acondicionado encendido a baja temperatura, puede sufrir irritación de las vías aéreas, más aún en personas que tengan las defensas bajas.

“En primer lugar, tenemos que regirnos por el sentido común. Un buen reposo nocturno es fundamental para la vida y para la salud, y una adecuada temperatura de la habitación es una de las recomendaciones de lo que llamamos ´higiene del sueño´”, sostuvo Heredia. 

Y agregó: “En segundo lugar, podríamos mitigar el efecto del aire seco generado por los aires acondicionados, humidificando el ambiente, ya sea en forma natural, con plantas de interiores o abriendo una ventana para que entre aire del exterior de tanto en tanto; o en forma artificial, mediante el uso de humidificadores”.

Los especialistas aconsejan tener cuidado en especial con los niños, ya que durante los primeros años de vida las vías aéreas son muy estrechas y susceptibles a los cambios del medio ambiente, y cualquier infección o irritación puede dificultar la respiración normal. 

Para evitar la sequedad en el ambiente, se deben ventilar con frecuencia las habitaciones, y también es aconsejable limpiar los filtros del equipo con frecuencia y evitar que el chorro de aire frío no esté enfocado directamente a los más pequeños.

Recomendaciones para el uso del aire acondicionado

Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y el Hospital de Clínicas emitieron esta serie de recomendaciones generales para el uso del aire acondicionado:

  • Tratar de mantener la temperatura ambiente entre los 24 y 26º C, ya que es la diferencia de temperatura con el exterior lo que provee confort.
  • Evitar la exposición directa, teniendo en cuenta las horas del sueño, donde la exposición puede ser más prolongada y sin control (utilizar la función sleep en caso de tenerla).
  • Realizar intervalos en los que el aire acondicionado esté apagado, para ventilar el ambiente y reducir la sequedad producida por el mismo.
  • Beber agua o jugos de frutas no solo ayudará al organismo en general, sino que también facilitará la hidratación de las vías respiratorias.
  • Utilizar ventiladores. El movimiento del aire y la evaporación de la humedad de nuestra piel producen sensaciones de descenso de temperatura entre 3 y 5º C.
  • Evitar cambios bruscos de temperatura. Regular la entrada y salida del calor al frío y del frío al calor.
  • Mantener y limpiar equipos y filtros de aire acondicionado, al menos una vez al año, para disminuir la exposición a alérgenos y acumulo de gérmenes.

En esta nota podés encontrar más consejos para evitar un golpe de calor.

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