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¿Qué es la deflación, el término económico al que hizo referencia Javier Milei?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • El Presidente y otros funcionarios del Gobierno se refirieron en varias oportunidades a la “deflación” de los precios.
  • La deflación es un descenso de los niveles de precios de todos los bienes y servicios de forma sostenida en el tiempo. También se la conoce como inflación negativa. Este concepto se diferencia de la desinflación, que se refiere a un periodo de desaceleración de la inflación aunque sigue siendo positiva.
  • En nuestro país se dio un proceso de deflación a finales de la década del ‘90 y los años 2000 y 2001, cuando la inflación se ubicó durante varios meses en terreno negativo.

Funcionarios del Gobierno se refirieron en varias oportunidades a la “deflación” de los precios. Recientemente, durante una entrevista en el canal de streaming Carajo, el presidente de la Nación Javier Milei (La Libertad Avanza) hizo un análisis de su primer año de gestión y aseguró: “Cuando yo miro la inflación neta en Argentina ya tenemos deflación”.

Pero ¿qué significa deflación y por qué razones Milei considera que estamos en esa situación? Te lo explicamos en esta nota.

¿Qué es deflación en economía?

Según este trabajo del Banco Mundial, a diferencia de la desinflación, que se refiere a un periodo de desaceleración de la inflación pero que sigue siendo positiva -como se está observando durante 2024 en Argentina-, la deflación es un descenso de los niveles de precios. También es común referirse a la deflación como inflación negativa.

Es decir, que por desinflación se entiende a un proceso en el que la velocidad de aumento de precios disminuya (por ejemplo, un producto que aumentó 10% un mes y 5% al siguiente), mientras que la deflación es una caída nominal del precio (si el mes anterior un producto costaba $ 5.000 y ahora se vende por $ 4.500).

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) define la deflación como un descenso en el precio promedio de todos los bienes y servicios producidos en la economía y destaca que este fenómeno se da cuando sucede de forma sostenida.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que, independientemente de cuál sea el factor que genere la deflación, “rara vez es benigna” y si se da de forma persistente “corre el riesgo de convertirse en una espiral deflacionaria de caída de precios, producción, ganancias y empleo”. Es decir, podría generar una recesión.

De acuerdo al citado informe del organismo internacional, “uno o dos trimestres de caídas de precios son considerados técnicamente como deflación y no son preocupantes”. 

Sin embargo, también advierte que “una deflación leve pero continuada podría ser motivo de preocupación, ya que puede aumentar la incertidumbre económica  y conducir a unos resultados de crecimiento inferiores a los esperados”. Además, sostiene que en un escenario de deflación los principales perjudicados son los deudores, ya que “el valor real de sus deudas aumenta conforme bajan los precios”​.

Para Nicolás Urtubey, economista de Quantum Finanzas (consultora dirigida por Daniel Marx), “la deflación en un país es menos habitual que la inflación pero Argentina sin ir más lejos se dio al final de la etapa de convertibilidad”. 

Efectivamente, en los últimos años de la década del ‘90 y en los años 2000 y 2001 se registraron varios meses consecutivos de deflación mensual. 

Las causas detrás de la deflación

Entre las causas que pueden generar deflación, Urtubey explicó que puede ocurrir “cuando un país funciona con un esquema monetario muy rígido, como un tipo de cambio fijo, y enfrenta un período de recesión estructural, es decir, una recesión que no es transitoria”.

Para Urtubey, “una deflación no es buena para una economía porque cuando los precios caen los ingresos de los agentes también lo hacen, lo cual impulsa una dinámica negativa: menores ingresos para empresas implica menor inversión y la expectativa de precios más bajos en el futuro implica también menor consumo presente, lo que deriva en recesión y baja de salarios, entre otras consecuencias”. 

Adicionalmente, aseguró que “un Producto Bruto Interno (PBI) nominal cayendo implica menor recaudación para el estado, lo cual suele derivar en un déficit mayor, incluso sin que se incremente el gasto. Eso deviene en mayor deuda respecto al PBI y por ende mayor riesgo y mayor tasa de interés, entre otras”.

Martín Kalos, director de la consultora EPyCA, aseguró que “la deflación se da cuando hay una caída de precios sostenida en el tiempo y generalizada en la mayor parte de los bienes y servicios”. 

En este sentido, aseguró que “tener un 1 o 2% de inflación anual se supone que es algo relativamente normal y hasta sano en una economía, pero tener deflación es un problema, porque para una empresa implica una suba de costos, ya que entre que empezó a producir y sale a la venta el producto, cayeron sus precios y por ende el valor de su producción sube”. Para el especialista “ningún país del mundo quiere tener deflación. Más bien quieren tener una inflación baja, ese es el objetivo de la política económica de cualquier gobierno”.

¿Por qué Milei asegura que en Argentina hay deflación?

Durante la entrevista a Carajo, Milei aseguró que “la lógica del programa es que este mes fue de deflación” y, en sus fundamentos, aseguró que esto se da porque “cuando uno limpia el crawling peg y la inflación internacional, que es una inflación del 2,5%”, en términos de la inflación de este mes, quiere decir entonces que hubo deflación del 0,1%”. 

En rigor, para llegar a ese número el mandatario elaboró una estimación propia que consiste en restarle a la inflación difundida por el INDEC, que en noviembre fue de 2,4%, la devaluación del peso frente al dólar, que todos los meses es del 2% bajo un esquema conocido como crawling peg, y la inflación de Estados Unidos, por su efecto sobre el tipo de cambio, que en noviembre fue del 0,3%. La sumatoria de ambos elementos (2,3%) da un número cercano al mencionado por Milei (2,5%) 

De esta forma la diferencia entre la suma de estos dos indicadores -2,5%- y la inflación local -del 2,4%- permite llegar al -0,1% o inflación negativa del 0,1%.

Este cálculo elaborado por el presidente es el mismo que fijó como condición para levantar el cepo. Como se explica en esta nota, Milei sostuvo que la liberación de los controles de cambios se dará “cuando la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea 0”, la que calcula como la diferencia entre “inflación observada en el consumidor” -es decir, la inflación del INDEC- y una que define como “inflación inducida por el programa” que la atribuye a los “controles de capitales, el crawling peg y la inflación internacional”.

Por lo tanto, para la salida del cepo, en los parámetros anunciados por Milei, la inflación debería confluir en el 2,5% (o un número inferior, en caso de que se disminuya el ritmo del crawling peg).

Fecha de publicación original: 18/12/2024

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