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Qué ocurre con las desigualdades del fútbol femenino a nivel internacional: brecha en las oportunidades de juego y escasez de datos

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Según un informe del Sindicato Internacional de Futbolistas (Fifpro), la brecha que existe entre las selecciones femeninas por la cantidad de partidos competitivos jugados y la escasez de datos sobre los equipos y las jugadoras son 2 aspectos que frenan el crecimiento de esta disciplina.
  • El informe revela que, en los últimos 10 meses, las selecciones de Inglaterra, España y Portugal juntas jugaron aproximadamente el doble de minutos para sus clubes y selecciones nacionales que las jugadoras de Jamaica, Haití y Filipinas.
  • En Sudamérica, según el informe, hubo un déficit de partidos de competición. Brasil tuvo 18 amistosos seguidos, mientras que Colombia y la Argentina tuvieron 16.

Este fin de semana arrancaron los octavos de final del Mundial de Fútbol femenino que se desarrolla en Australia y Nueva Zelanda. Si bien hay selecciones que clasificaron sorpresivamente a la siguiente fase -como el caso de Jamaica, Marruecos o Sudáfrica-, los datos muestran que las oportunidades competitivas para las jugadoras de todo el mundo dependen enormemente del contexto del fútbol nacional. 

En la previa del Mundial, Chequeado contó cuál es la situación de las jugadoras de fútbol en la Argentina. ¿Qué pasa a nivel internacional?

El secretario General del Sindicato Internacional de Futbolistas (Fifpro), Jonas Baer-Hoffmann, lo resumió así: “La Copa Mundial Femenina de la FIFA es una fantástica celebración del fútbol femenino pero también es una oportunidad para analizar el desarrollo a veces heterogéneo del deporte”.

En esta nota, a través de datos publicados por el FIFPro, te contamos cuáles son las demandas históricas en este deporte, lo que se consiguió para esta copa y por qué aún persisten las desigualdades en el fútbol femenino mundial.

Cuáles son las demandas históricas en el fútbol femenino

“Esperamos que, a medida que crezca el fútbol femenino y a medida que aumenten la accesibilidad, la visibilidad y nuestra base de aficionados, podamos ver el resultado: mejores condiciones de trabajo, mayor remuneración y más ingresos generados, lo que significa que, como futbolistas, podremos ver una enorme ventaja”, señaló la jugadora estadounidense Alex Morgan, campeona del mundo y una de las referentes a nivel mundial.

Entre las demandas que existieron para este mundial -y se cumplieron por parte de la FIFA-, aparecen 3 puntos para destacar en cuanto a la estructura y preparación de las jugadoras:

  • El tamaño de la delegación se fijó en un máximo de 50 personas.
  • Cada delegación tiene la opción de alojar a las jugadoras en habitaciones individuales o dobles, o en una combinación de ambas, según sus preferencias.
  • Procesos idénticos a los de la Copa Mundial masculina en cuanto a la clase en los viajes internacionales, el nivel de viajes nacionales durante la competición, la implementación del concepto de lugar de concentración de los equipos y el nivel del alojamiento

Por parte de las asociaciones, la demanda histórica está en el reclamo del equal pay, es decir, el concepto por el cual las jugadoras le exigen a sus federaciones igualar las primas y derechos de imagen con la selección masculina. Hasta el momento, de los 207 equipos femeninos nacionales afiliados a la FIFA, sólo 14 tienen paridad de condiciones en pago de primas y ganancias por derechos de imagen.

Qué se consiguió durante este Mundial de Fútbol femenino en Australia y Nueva Zelanda

En esta edición del mundial de fútbol femenino, se celebró el récord en venta de entradas previo al comienzo de un torneo de este tipo. El 13 de junio -cuando aún no había arrancado el mundial- ya se habían vendido más de un millón de entradas, superando el total de ventas de la Copa anterior en Francia 2019. “Va camino a convertirse en el acontecimiento deportivo femenino con mayor asistencia de la historia”, señalaron desde la FIFA.

En la fase de grupos, un promedio de 25.476 hinchas asistieron a los 48 partidos de primera ronda, un aumento del 29% con respecto a las asistencias al Mundial de Francia 2019.

Además, también hubo un aumento en la audiencia televisiva. En las plataformas digitales de la FIFA, en los primeros 15 días, se superó el tráfico total del torneo de 2019, con 22 millones de usuarios únicos y un promedio de 2,4 millones de usuarios visitando los canales de la Copa Mundial Femenina a diario.

En la Argentina, el segundo partido frente a Sudáfrica tuvo el récord de audiencia para un partido de fútbol femenino. Además, fue el programa más visto de la televisión nacional, con picos de 12,3 puntos de rating.

Junto a estos récords, la FIFA garantizó por primera vez dar premios económicos a las jugadoras que participan en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. El anuncio de la FIFA señala que se repatirán US$ 150 millones entre las jugadoras de las 32 selecciones.

Brecha en las oportunidades de juego: falta de partidos competitivos

El Fifpro publicó el “Informe de la carga de trabajo en el camino hacia la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023”, donde muestra la brecha en las oportunidades de juego que existe entre las futbolistas de diferentes selecciones nacionales. La falta de partidos competitivos, señala, es uno de los aspectos que frena el desarrollo del fútbol femenino. 

El informe revela que, en los últimos 10 meses, las elecciones de Inglaterra, España y Portugal juntas jugaron aproximadamente el doble de minutos para sus clubes y selecciones nacionales que las jugadoras de Jamaica, Haití y Filipinas, como resultado de unas competiciones nacionales menos establecidas y del uso limitado del calendario de partidos internacionales.

En Sudamérica, según el informe, hubo un déficit de partidos de competición. Brasil tuvo 18 amistosos seguidos, mientras que Colombia y la Argentina tuvieron 16.

“La carga de trabajo de las futbolistas es un parámetro importante con el que evaluar algunas de las necesidades generales del fútbol femenino desde un punto de vista competitivo, de acceso y desarrollo”, explicó Sarah Gregorius, directora de Política Global y Relaciones Estratégicas en el fútbol femenino delFIFPro.

De los países no europeos, las jugadoras de Japón y Brasil juntas son las que más minutos jugaron a nivel selecciones y clubes durante los 10 últimos meses. Las jugadoras de Australia, Estados Unidos y Canadá tuvieron bastantes menos minutos que la mayoría de las selecciones nacionales porque sus ligas locales son más pequeñas o inexistentes. Por ejemplo, Canadá -que no pasó a la siguiente fase de grupos- no tiene actualmente una liga nacional de fútbol femenino.

Sin embargo, si bien las jugadoras de Estados Unidos tuvieron menos minutos por lo que ocurre en su liga local, a nivel selección jugaron 65 partidos desde que ganaron el Mundial de Francia 2019. Mucho más que cualquiera de las 32 selecciones participantes y el triple que Haití, por ejemplo, que jugó 19.

A esta situación se le suma, por ejemplo, que varias confederaciones utilizan el torneo continental como fase clasificatoria al mundial. Eso limita los partidos disputados por las selecciones nacionales. Por ejemplo, para clasificar al mundial masculino, los jugadores argentinos deben jugar el torneo de Eliminatorias -ida y vuelta- entre las selecciones pertenecientes a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

En el fútbol femenino, la clasificación al Mundial se obtiene a través de las posiciones en la Copa América femenina. Por este motivo, para ofrecer más oportunidades de juego, El Fifpro reclama competiciones de clasificación independientes para la Copa Mundial en Conmebol, la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf), la Confederación Africana de Fútbol (CAF) y la Confederación Asiática de Fútbol (AFC). La UEFA, que cubre el fútbol europeo, es la única región con una competición independiente de la clasificación para el Mundial.

La escasez de datos sobre los torneos y las jugadoras del fútbol femenino

El informe señala que otro aspecto que frena el crecimiento del fútbol femenino radica en la falta de datos exhaustivos sobre los torneos y las jugadoras del fútbol femenino. Según este mismo informe, hasta la información básica sobre las jugadoras del Mundial es escasa o incompleta.

Reunir datos completos y precisos relativos a la información básica, como las fechas de los partidos y los minutos de juego de todas las jugadoras, es complejo. El informe sostiene que es imposible acceder a las estadísticas de desempeño de las jugadoras de primer nivel.

Esta falta de datos imposibilita el crecimiento del fútbol femenino y es, por este motivo, que el Fifpro exigió la elaboración de una base para poder tener acceso a este contenido.

 

Este Explicador es parte de un proyecto conjunto entre Chequeado y PNUD Argentina para aportar información verificada durante el Mundial de Fútbol femenino 2023 en Australia y Nueva Zelanda.

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