Son falsas y engañosas varias afirmaciones del video de una integrante de Epidemiólogos Argentinos acerca de la vacunación de niños y niñas 

A raíz del inicio de la vacunación pediátrica contra el coronavirus en la Argentina, comenzó a circular en Instagram un posteo publicado por Matelda Lisdero, miembro del grupo “Epidemiólogos Argentinos”. Allí, Lisdero señala que las vacunas son “inyecciones experimentales” y que “no sabemos si los anticuerpos que los niños van a fabricar tienen efectos a largo plazo”. Además, afirma que “la mortalidad estimada en niños por esta gripe es de 0,0004” y que “los niños no son supercontagiadores” (sic). 

En esta nota, Chequeado te explica las falsedades y engaños de cada una de estas afirmaciones que tuvieron más de 6 mil “Me gusta” en Instagram. Ante la consulta de este medio sobre sus declaraciones, Lisdero no había respondido al momento de la publicación de esta nota.

Las vacunas son “inyecciones experimentales”. FALSO

Como explicó Chequeado en esta nota, todas las vacunas contra la COVID-19 autorizadas en la Argentina y en otros países del mundo superaron rigurosas pruebas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos antes de ser autorizadas para su uso. 

Las vacunas continúan siendo monitoreadas cuando se aplican a gran escala, lo que se conoce como fase IV o farmacovigilancia. Por esta fase pasan todas las vacunas y todos los medicamentos una vez aprobados, y sirve para monitorear posibles eventos adversos que no aparecieron durante los ensayos clínicos.

Las vacunas contra la COVID-19 son seguras y eficaces y sus beneficios superan ampliamente los riesgos, destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Se ha demostrado que la vacunación reduce los índices de síntomas graves y de defunciones causados por la COVID-19 y que permite disminuir la transmisión del virus que la causa. Por consiguiente, es importante vacunar al máximo posible de personas para reducir la propagación de esta enfermedad”, afirma el organismo internacional.

“No sabemos si los anticuerpos que los niños van a fabricar tienen efectos a largo plazo”. FALSO

Al contrario de lo que señala el video, es muy poco probable que -después de recibir la vacuna contra la COVID-19- se produzcan efectos secundarios a largo plazo.

“El monitoreo de la vacunación ha demostrado históricamente que los efectos secundarios generalmente ocurren dentro de las 6 semanas posteriores a la administración de la vacuna. Millones de personas recibieron las vacunas contra la COVID-19 y no se detectaron efectos secundarios a largo plazo”, detallan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.

En el caso de la vacuna de Sinopharm -autorizada para su uso en la Argentina en niños y niñas de 3 a 11 años-, utiliza una tecnología muy conocida: virus inactivado, la cual es similar a otras que se aplican a los menores desde hace mucho tiempo, como la vacuna contra la poliomielitis o contra la hepatitis A.

“La vacuna desarrollada por el laboratorio Sinopharm se utiliza en nuestro país desde el inicio de la estrategia de vacunación contra la COVID-19 y, con más de 9 millones de dosis aplicadas, es la vacuna con menor tasa de eventos adversos, tanto graves como no graves, registrada hasta el momento”, señala el Ministerio de Salud de la Nación.

La vacuna ha demostrado ser “segura y bien tolerada” en los menores de entre 3 a 17 años según los resultados del ensayo clínico de fase I y II, que fueron publicados en la revista médica The Lancet. “BBIBP-CorV también provocó fuertes respuestas humorales [N. de la R.: respuesta inmunológica específica] contra la infección por SARS-CoV-2 después de 2 dosis”, indicaron los autores del estudio.

Los ensayos de fase III para evaluar la eficacia, seguridad e inmunogenicidad se vienen realizando en Emiratos Árabes Unidos (EAU) e incluye a 1.800 voluntarios de 3 a 17 años.

Los resultados no fueron aún publicados en una revista científica, aunque trascendió públicamente que “fueron muy positivos y similares a los adultos, tanto en seguridad como en inmunogenicidad”.

“La mortalidad estimada en niños por esta gripe es de 0,0004”. ENGAÑOSO

Como explicó Chequeado en esta nota, la COVID-19 y la gripe son causadas por virus diferentes y tienen consecuencias para la salud muy distintas. Ambas enfermedades pueden causar problemas respiratorios y se propagan de forma similar -a través de gotículas que la persona infectada expele-. Pero la velocidad de transmisión, la cantidad de personas que se contagian y la tasa de mortalidad son diferentes.

Con respecto a la mortalidad por COVID-19 en niños que señala Lisdero (0,0004%), la cifra es exagerada. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, hasta el 11 de octubre último se registraron 137.691 casos de coronavirus en niños de entre 3 y 11 años, 2.953 requirieron internación y 69 fallecieron. En base a la proyección del INDEC, hay 6,6 millones de chicos en esa franja etaria en la Argentina, lo que da una mortalidad del 0,0010%.

Si se tiene en cuenta los menores de 14 años, hubo 175 fallecidos entre 11.047.665 personas de ese rango etario, lo que da una mortalidad del 0,0016%.

Además, en marzo último se publicó un estudio en la revista The Lancet que ahonda en las tasas de mortalidad en niños y jóvenes por coronavirus, reportadas por 7 países entre el 1 de marzo de 2020 y el 1 de febrero de 2021. Los resultados del estudio señalan que la tasa de mortalidad es del 0,19% por cada 100 mil habitantes.

Como explicamos en esta nota, si bien es cierto que la mayoría de los niños transitan la COVID-19 de forma asintomática o con cuadros leves, algunos de ellos pueden tener síntomas persistentes (como dificultad respiratoria o fatiga). En el caso de niños con enfermedades de base y también menores de 1 año, pueden sufrir formas graves de la enfermedad y requerir hospitalización.

Además del beneficio individual, la vacunación es un acto de solidaridad que beneficia a toda la sociedad. Con la vacunación de los chicos se contribuye a la inmunidad colectiva y a evitar la transmisión intra-hogar, especialmente a las personas mayores. También la vacunación pediátrica contra la COVID-19 tiene un rol en fortalecer la presencialidad cuidada en las escuelas.

“Los niños no son supercontagiadores”. ENGAÑOSO 

Como explicó Chequeado en esta nota, los niños y niñas pueden contagiarse y transmitir el virus como los adultos.

Si bien “no hay evidencia sólida de que sean ‘súpercontagiadores’, eso no significa que no se infecten ni que no contagien a otros”, explicó a Chequeado Rodrigo Quiroga, bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador asistente del Conicet. Y agregó: “La mayoría de los estudios de contagio intra-hogar determinan niveles similares de transmisibilidad para niños y adultos, y está absolutamente demostrado que contagian”.

Un estudio publicado por la revista JAMA Pediatrics concluyó que los niños de 0 a 8 años tienen mayores probabilidades de transmitir el virus SARS-CoV-2 a contactos domésticos en comparación con niños de 14 a 17 años.

Por último, según confirma un estudio de los CDC, los niños y adolescentes pueden infectarse con SARS-CoV-2, pueden enfermarse con COVID-19 y pueden transmitir el virus a otras personas.

“En los Estados Unidos, hasta marzo de 2021, las tasas acumuladas estimadas de infección por SARS-CoV-2 y enfermedad sintomática por COVID-19 en niños de 5 a 17 años fueron comparables a las tasas de infección y enfermedad sintomática en adultos de 18 a 49 años y mayores que las tasas en adultos de 50 años o más”, señala el informe.

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Este chequeo es parte de la iniciativa Third Party Fact-checker de Facebook en la Argentina. En los casos de fotos y videos trabajamos con imágenes trucadas o sacadas de contexto y siempre analizamos en conjunto las imágenes junto con el texto con el que fueron presentadas.