Macri: “Por primera vez en 100 años logramos que baje el gasto público, que baje el déficit, que bajen los impuestos, que baje la inflación y que la Argentina crezca”
El presidente de la Nación, Mauricio Macri, aseguró en las últimas semanas que en 2017 “por primera vez en 100 años logramos que baje el gasto público, que baje el déficit, que bajen los impuestos, que baje la inflación y que la Argentina crezca”. Algo similar repitió el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña. Pero, ¿qué muestran los datos?
Los datos oficiales y alternativos coinciden parcialmente con lo marcado por el Gobierno. En 2017 el país creció y bajó el gasto público y la inflación. La presión tributaria en 2017 cayó o aumentó, dependiendo si se incluye o no el blanqueo, aunque en todos los casos sigue en niveles más bajos que 2015.
El caso del déficit fiscal es similar: si se mide con la nueva metodología diseñada por Cambiemos, el déficit fiscal primario (que no incluye a los intereses que paga el Estado) mostró una baja en el último año, aunque si se utiliza la anterior metodología, el déficit primario creció. Además, el déficit financiero (que sí incluye a los intereses) aumentó en 2017 según ambas metodologías.
Desde el Ministerio de Hacienda de la Nación respondieron a Chequeado que para los datos históricos, cuando no había disponible data oficial, se basaron en la base de la consultora Orlando J. Ferreres. Si se analiza la información histórica de dicha consultora y se toma el gasto público como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), no sería la primera vez en 100 años que se dan estas dinámicas al mismo tiempo, sino que lo mismo había ocurrido en 1940 -bajo la Presidencia de Roberto Ortiz- y 1969 -durante el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía-. Si se analiza el gasto real, es decir la variación del gasto versus la inflación, 2017 sí sería la primera vez en 100 años en que estas dinámicas coinciden (ver actualización abajo).
De todas maneras, al igual que en el gasto público, el déficit fiscal y la presión tributaria bajó o subió dependiendo de qué indicador se tome.
Vamos paso por paso:
Gasto público
Según el Ministerio de Hacienda, el gasto primario (gastos corrientes, como sueldos estatales, pero también inversiones y obras públicas) bajó en 2017 tanto en porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) como en términos reales (o sea, aumentó, pero menos que la inflación).
Los datos oficiales de la cartera a cargo del ministro Nicolás Dujovne muestran que el gasto primario del Sector Público No Financiero pasó de representar el 24,5% del PBI en 2016 al 23,4% del producto en 2017, lo que muestra una baja de 1,1 puntos porcentuales. En términos reales, según Hacienda, la baja en el último año fue del 3,1% (o sea, la inflación superó en más de tres puntos a los gastos).
Los datos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) también confirman la baja del gasto en términos reales. Según esta fuente alternativa, la ejecución de los gastos primarios de la Administración Pública Nacional estuvo 2,7 puntos porcentuales por debajo de la inflación de 24,8% medida por el INDEC, mientras que los gastos totales (que tienen en cuenta además los intereses pagados por el Estado) estuvieron casi cinco puntos por debajo de la inflación medida por el instituto oficial.
Déficit fiscal
Según explicaron desde el Ministerio de Hacienda a Chequeado, el Gobierno se refiere a la baja del déficit fiscal primario en 2017, que no tiene en cuenta los intereses. Al mirar los datos oficiales medidos con la nueva metodología diseñada por Cambiemos, en 2017 el déficit primario fue del 3,9% del PBI, mejorando así el déficit de 2016 (4,3%), aunque todavía superior al 3,8% de 2015. Se llega a estas cifras analizando el Sector Público No Financiero, que además de la Administración Pública Nacional -principalmente los tres poderes del Estado-, incluye a las empresas públicas y a las universidades nacionales, entre otras reparticiones.
¿Y si se analiza el déficit financiero? Al tener en cuenta el pago de los intereses de la deuda, la situación empeoró en 2017. Según los datos oficiales, la nueva metodología muestra un crecimiento del déficit financiero de 5,9% del PBI en 2016 al 6,1% en 2017.
Si se usa la anterior metodología que sigue los estándares internacionales, los datos oficiales recopilados por la ASAP muestran un aumento en el último año, tanto del déficit primario como del financiero. El déficit primario pasó de 2,2% al 2,9% del PBI y el financiero aumentó del 5,9% al 6% entre 2016 y 2017. Esta fuente considera un universo menor que el que plantea la medición del Gobierno, ya que toma sólo la Administración Pública Nacional (por lo que no incluye a empresas públicas y universidades nacionales, entre otras reparticiones).
Presión tributaria
Los últimos datos oficiales publicados sobre presión tributaria son de 2016. Igualmente, Alberto Abad, por entonces titular de la AFIP, destacó en una conferencia de prensa en enero último la caída de la presión tributaria de 24,4% del PBI en 2016 a 24,2% en 2017. Según Abad, esta baja se dio por la reducción de las retenciones a las exportaciones de soja, reducción de Ganancias y menores impuestos a las Pymes.
Por su parte, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) destaca que “la presión tributaria efectiva del nivel nacional de gobierno presentó un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos 15 años, habiendo alcanzado un pico máximo en el año 2015, en el que la recaudación nacional representó el 26,3% del PBI”, mientras que entre 2015 y 2017 tuvo “la caída más significativa en los últimos 20 años”.
Si se tiene en cuenta el blanqueo de capitales llevado a cabo en 2016, en ese año la presión tributaria cayó al 25,7% y en 2017 bajó al 25,2%, según IARAF. Desde Jefatura de Gabinete informaron a Chequeado que la baja informada por el Gobierno es incluyendo el blanqueo.
Ariel Barraud, economista de dicho instituto, destacó que estos recursos del blanqueo “no son recursos habituales” y que conviene dejarlos de lado. Si se toman los datos de la recaudación y se excluye la recaudación por el blanqueo de capitales, en 2016 la presión alcanzó el 24,3% y en 2017 subió al 24,9%, aunque todavía menor al 26,3% récord de 2015. Igualmente, según IARAF, “es de esperar que a partir de 2018 se registren nuevas reducciones en la presión tributaria”.
Inflación
Luego de la emergencia estadística dispuesta por Cambiemos en diciembre de 2015 cuando asumió la Presidencia Macri, la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC volvió a publicarse en abril de 2016, por lo que no hay un dato oficial de inflación anual en 2016 de este instituto.
Igualmente, el IPC CABA y el IPC San Luis, otras mediciones oficiales que el Gobierno tomó como propias durante la emergencia estadística, ambas muestran una baja de la inflación en el último año. El IPC CABA informó que la inflación en 2017 fue de 26,1%, muy por debajo de la inflación de 2016, cuando midió 41% en todo el año. El IPC San Luis, por su parte, midió en 2017 una inflación de 24,4%, también menor al 31,4% de 2016.
Crecimiento económico
Según los últimos datos oficiales del INDEC, el PBI del tercer trimestre de 2017 fue un 4,2% más alto que el mismo período de 2016 si se tiene en cuenta la serie con precios constantes de 2004, o sea, que muestra el crecimiento real. Luego de la caída que se produjo en 2016, este dato del tercer trimestre fue el primero de la gestión de Cambiemos que superó el nivel con el que asumió. Este aumento fue impulsado especialmente por la inversión, ya sea pública o privada de origen nacional.
Si bien todavía no hay datos oficiales para todo 2017, ¿qué dicen las proyecciones? En el mensaje enviado por Cambiemos en el Presupuesto 2018, el Gobierno proyecta “una expansión del PBI en términos reales de 3% en 2017”. Como se ve en esta nota, distintas organizaciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), estiman que el país creció cerca de 3% en 2017 y que también crecerá en 2018.
Actualización 19/03/2018:
Inicialmente desde el sector de Prensa de Presidencia de la Nación respondieron a Chequeado que tomaron para 2017 la baja del gasto público como porcentaje del PBI. Si se analiza este indicador, no es la primera vez que se da esta baja, sino que lo mismo sucedió en 1969 (como se consignó originalmente en esta nota) y también en 1940. Luego de la publicación del artículo, desde el Ministerio de Hacienda de la Nación escribieron a este medio y explicaron que no analizaron el gasto público como porcentaje del PBI, como señaló Prensa de Presidencia, sino que analizaron el gasto público real (o sea, la variación del gasto teniendo en cuenta la inflación). Si se analiza este indicador (con datos de Orlando J. Ferreres y datos oficiales desde que están disponibles), no se dieron antes las cinco dinámicas que destaca el Gobierno haber obtenido en 2017. Dado este cambio sobre la medición del gasto público, y las diferencias de mediciones en el déficit fiscal y la presión tributaria en 2017, se cambió la calificación de EXAGERADO a DISCUTIBLE.
Fecha de publicación original: 14/03/2018
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