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Tiempo Argentino: “Sin presupuesto, peligran 380 mil puestos de trabajo”

Tiempo Argentino abrió la tapa de su edición dominical con un título alarmante: “Sin presupuesto, peligran 380.000 puestos de trabajo”. La alarma es, por lo menos, exagerada.

En el cuerpo del artículo se explica que el peligro surge de la idea de que, sin presupuesto, la obra pública quedaría paralizada en 2011. No queda claro por qué podrían paralizarse las obras ni tampoco el cálculo de los 380.000 puestos que, según el diario, “genera la obra pública”.

Una posibilidad es que Tiempo Argentino hubiera tomado como dato las declaraciones del Ministro de Economía, Amado Boudou, quien aseguró en una conferencia sobre el presupuesto, el 8 de noviembre último que, de paralizarse la obra pública, se perdería el 25% de los empleos formales de la construcción. Sin embargo, según el funcionario -que citó cifras oficiales-, el total de trabajadores de la construcción registrado en el país (actividad pública y privada) es de alrededor de 380.000. Quiere decir que, de acuerdo con los cálculos del ministro, los puestos que estarían en riesgo serían 95.000. Y eso, si es que esta fuera la fuente a partir de la cual el diario hace sus afirmaciones.

La Cámara Argentina de la Construcción confirmó a Chequeado.com que el total de trabajadores registrados en el país es de alrededor de 380.000 y reconoció que la entidad no cuenta con estimaciones de qué porcentaje trabaja en el sector público.

Sin embargo, tampoco es claro que estos 95.000 empleos se encuentren en riesgo. De no aprobarse el Presupuesto, el Ejecutivo, atento a la Ley de Administración Financiera, podría reutilizar el plan de gastos de 2010. Es cierto que ese presupuesto quedaría desactualizado por el efecto de la inflación, lo que haría que, en términos reales, el gasto disponible fuera menor que el del año pasado.

Pero el Ejecutivo cuenta con una herramienta para incrementarlo: los decretos de necesidad y urgencia (DNU). La Presidenta puede incorporar nuevos fondos, que no estaban previstos originalmente en el proyecto, a través de estos decretos. Por ejemplo, en 2009, el Poder Ejecutivo integró $ 24.000 millones al presupuesto gracias a un DNU, lo que representaba el 10% del presupuesto original, según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera.

Si bien el uso de los DNU representa un método más complejo que el Presupuesto para repartir los fondos, es legítimo. Y, por lo tanto, no es posible afirmar que no se puedan utilizar para continuar con las obras públicas.

Según explicó a Chequeado.com Héctor Rodríguez, docente de Finanzas Públicas de la Universidad de la Matanza, la ley vigente permite al Gobierno continuar su plan original, incluso sin un presupuesto aprobado. Pero, explicó, “se hará todo más engorroso. Cada vez que el Gobierno quiera cambiar una partida tendrá que hacer una modificación del presupuesto, y para eso necesitará un DNU. Sería más complicado que si tuviera un presupuesto adaptado para 2011, pero podría hacerlo igual”.

Otro eje del presupuesto que se vería en riesgo, según la nota de Tiempo Argentino, sería el uso de reservas del Banco Central para el pago de la deuda pública. Según explica el matutino, la falta de presupuesto “obligaría al Estado a tomar deuda en el mercado internacional”. Pero esto tampoco puede afirmarse, ya que hay antecedentes del uso de reservas para pago de deuda, que no estaban estipulados en el Presupuesto, y que se hicieron a través de DNU. Fue el caso del pago que se hizo en marzo de este año, a través de dos decretos que transfirieron en total U$S 6500 millones de las reservas del Banco Central para el pago de deuda y que incluyó el escándalo con el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado.

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