Skip to content
Esta nota tiene más de un año

Nuevediario y el mito del Cerro Uritorco

El Cerro Uritorco, en la provincia de Córdoba, es un reconocido centro de turismo “new age”. Energías especiales, naves alienígenas y un formidable paisaje serrano atraen a miles de personas a lo largo del año

Sin embargo, hasta mediados de los 80 pocos eran capaces de decir algo sobre el aquel entonces desconocido accidente geográfico. Hasta que apareció Nuevediario, el célebre noticiero de Canal 9, hoy convertido en una pieza de museo de lo bizarro.

Durante el verano de 1985, el periodista José de Zer, enviado a cubrir la temporada en Villa Carlos Paz, descubrió para el gran público la presencia de actividad alienígena en el cerro. Desde entonces, el Uritorco ganó fama y se llenó de visitantes que buscan contacto con lo paranormal.

¿Quién, que haya vivido los años 80, no recuerda aquella cobertura de De Zer? Su paso jadeante por el cerro, las luces en el cielo, los pastizales quemados por las naves espaciales, los insectos misteriosamente disecados y el “Chango”, su fiel camarógrafo… Las crónicas de José de Zer en el Uritorco lideraban la audiencia entonces y las ubicaban al borde de la celebridad.

José de Zer –su verdadero nombre era Jose Kaizer- murió en 1997 tras haber realizado otras memorables coberturas para Nuevediario, que incluyeron gnomos y casas encantadas.
 
Sin embargo, en julio de 2002, el Chango confesó todo. Aquellas crónicas desde el Uritorco eran un fraude. Una deliciosa ficción, si se quiere, pero fraude al fin. La confesión fue publicada en una excelente nota del periodista Mariano Blejman, en Página 12 (“El equipo de José”). En Chequeado.com transcribimos un fragmento de aquella crónica imperdible:

A comienzos de 1985 De Zer y el Chango llegaron a Carlos Paz para cubrir la temporada de verano, como cada año. A José le encantaba la noche y Chango lo seguía. Las entrevistas habituales iban desde Susana Giménez hasta Carmen Barbieri, pasando por todo el teatro de revistas. Hasta que una mañana, mientras tomaba un café en el centro, De Zer descubrió en el diario local una noticia: “Uia… mirá: una mancha”, le dijo al Chango.

Era una foto de unos pastizales quemados que parecían la huella de un plato volador. “Podemos ir a verlo, ¿no?”, dijo. Era la punta del iceberg que no terminaría de derretirse hasta hoy. “Fuimos al lugar, encontramos la marca y José dijo: ‘¿Cómo la podemos encarar?’. Nos sentamos y armamos un pequeño libreto para pensar lo que teníamos que hacer.”

–¿Inventaron todo?

–La mancha era real. Pero todo lo demás era pura ficción. Una mancha es una mancha, pero no se encuentra una mancha así todos los días. Así que nos fuimos al camino. Como era verano, había un montón de cascarudos muertos y secos. Agarramos algunos y los tiramos en la ruta. Entonces me dijo: “Voy a entrar y decir ‘Hay bichos disecados’”.

Esa semana los televisores estallaron. “Nuevediario” midió 45 puntos de rating anunciando posible vida extraterrestre en un cerro cordobés hasta entonces ignoto: el Uritorco. A De Zer no le importaba romper ese incómodo límite que suele haber entre ficción y realidad. Pero había un problema: el día después. “¿Y mañana qué hacemos?”, recuerda el Chango que le preguntó De Zer. Fueron a ver a un vaqueano que los llevó a unas cuevas desconocidas por el público. “Cuando entramos José dijo: ‘¿Ché, qué podemos hacer acá? Vamos a hacer que haya vida extraterrestre’.”

Al Chango todavía se le suelta una sonrisa cuando se recuerda pintando dibujos en el techo de la cueva. Después, dice, tomaron unas piedritas, se las llevaron al hotel y durante una noche entera se dedicaron a dibujarlas como muñequitos con esmalte para uña. “Al otro día volvimos y enterramos las piedritas con un palito para no perderlos.” Entonces, sucedió la escena: De Zer llegaba a la cueva con una antorcha que provocaba una inmensa humareda y señalaba: “¡Unos jeroglifos extraños, miren!”. De repente descubría: “¡Acá hay una piedra que está caliente todavía!”, y cuando la destapaba aparecía la vida extraterrestre: muñequitos recién hechos por el Chango.

Cuando el dúo aterrizó en Capilla del Monte nadie los quería: “Nos cuestionaban la viveza criolla”. Hasta que los pobladores comprendieron el negocio. “Después nos adoraban porque hicieron fortunas con nosotros: abrieron hoteles, casas de comida, hasta alambraron la montaña y ahora cobran para subir.”

La noticia de vida extraterrestre en el cerro Uritorco cruzaba fronteras inimaginadas. “Cada vez que volvíamos a Buenos Aires el director del noticiero nos mandaba de vuelta porque manteníamos un encendido increíble. Hasta que un día nos intimó: ‘Tienen que acampar arriba del cerro’.”

De Zer y el Chango eran valientes pero no tanto como para enfrentar el frío de una cumbre. Entonces, cranearon un plan: “Mandé al vaqueano con una camioneta para que armara una carpa con tres extras en la cumbre. Yo me fui a La Falda, alquilé una avioneta y le dejé un handy a José, que no se movió de la base del cerro. Cuando yo aparecí con la avioneta, él comenzó a relatar: Saludamos al avión de apoyo de ‘Nuevediario’ desde la cumbre del Uritorco que ha llegado para cuidarnos. Vamos a pernoctar en busca de los extraterrestres. Mientras tanto, yo filmaba a los tres vaqueanos que saludaban desde la cumbre”.

De Zer y el Chango armaron su carpa en el fondo del hotel que tenía la misma pajabrava del cerro. “En la madrugada comenzamos a gritar, prendimos un reflector, salimos de la carpa y José señaló Allá se ven las luces.” Era una zona del campo de Los Terrones donde cruza la ruta por una cuesta creando la ilusión de naves alocadas. “Nunca llegamos a la punta del cerro.”

{youtube}Drn_mA1AZmo|500|320|0{/youtube}

Temas

Comentarios

  • Oscar23 de febrero de 2018 a las 7:09 pmQue pena que existan personas asi yo vivia en.capilla en esos años y puedo decir que se veían cosas extrañas en el cerro y mucho antes de esa manada de charlatanes siquiera hablará de eso
  • Javier7 de mayo de 2020 a las 1:35 amSoy de Córdoba y en 2003 vimos junto a 30 personas acampando una luz rodear el cerro, frenar en el aire y bajar verticalmente entre dos montañas.
  • Raul Baigorri3 de septiembre de 2020 a las 12:27 pmHola soy Raul creo que al igual que el caso Roswell en los Estados Unidos es un mito mas y depende y un secreto de Estado de aquellos que fraguaron tal mito. Incluso fraguaron evidencias. Solo los registros o evidencias en el tiempo pueden probar que el Fenomeno Ovni en el Cerro Uritorco es real y verdadero al igual que el el caso sitado del pais del norte. Es Insustentable si carece de pruebas. Un saludo.
  • Gustavo26 de febrero de 2021 a las 10:50 amCuatro veces fui a capilla, solo vi la guarda inmaculada del posible secreto por todos los lugareños, pero no evidencie, algo, los sres de luz, los ovnis etc. Incluso existen excursiones al cerro alpha, donde aseguran avistamientos, de hecho queridos conocidos mios fueron y lo vieron. Es una excursión paga que conduce un veedor de portales. En mi parecer a pesar de esto, si te hace bien creer en lo que te muestran, segui creyendolo porque es bueno, si la energia de algun lugar te favorece, instalarte alli, es para tu bien, finalmente no creo que seamos los unicos en este universo, es demasiado grande para ello, y lo seres de luz...., estan dentro tuyo, hay que buscarlos.
  • Cordobesa incrédula10 de agosto de 2021 a las 6:56 amEsta genial la nota, pero le falta info. Tengo amigos en Capilla que visitamos regularmente y muchas veces allí escuché la historia de las hermanas terratenientes del campo donde está ubicado el cerro, qué preocupadas por la improductividad de su tierra contrataron a una agencia de marketing para darle fuerza al mito. Las campañas que parecen no serlo, son la más efectivas! Si desde chequeado tienen la posibilidad, consulten con Agulla o con Baccetti. Me encantaría conocer la versión completa. Gracias
  • Juan Garibotti14 de septiembre de 2021 a las 2:26 pmLo más importante nadie lo dice aunque la mayoría de la gente en Capilla guarda ese secreto...esa "mancha" la hicieron unos bomberos adrede. Se saben los nombres y todo pero....se les muere el "negocio" con los turistas. En Capilla del Monte el 99% es todo verso...

Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate y del intercambio. Por eso es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con insultos, agresiones o mensajes de odio, desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros, información personal, o promoción o venta de productos.

Muchas gracias

Responder a mabel Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *