COVID-19: qué son las vacunas bivalentes y cuál es la evidencia a favor de su uso
- Comenzó la distribución a las diferentes jurisdicciones de las vacunas bivalentes que protegen contra la cepa original del SARS-CoV-2 y la variante Ómicron BA.4 y 5.
- Se utilizarán tanto para iniciar o completar esquemas primarios como para la aplicación de dosis de refuerzo.
- Tanto las vacunas monovalentes como bivalentes demostraron ser seguras y efectivas para dar protección ante internaciones, complicaciones y muertes.
El Ministerio de Salud de la Nación anunció la incorporación a la estrategia nacional de vacunación contra la COVID-19 de las vacunas bivalentes, también llamadas bivariantes. El martes último comenzó la distribución a las diferentes jurisdicciones de las primeras 901.440 dosis de la vacuna bivariante de Pfizer, a las que se sumarán 1.100.160 más y, en febrero, llegarán 3 millones de dosis de la vacuna bivariante del laboratorio Moderna.
Pero, ¿qué son las vacunas bivalentes y en qué se diferencian de las que se venían aplicando? ¿Cuál es la evidencia a favor de uso? ¿Quienes puedan dársela? Te lo contamos en esta nota.
Qué son las vacunas bivalentes
Una vacuna monovalente es una vacuna con una sola cepa o componente de un virus. Las vacunas bivalentes incluyen un componente de ARN mensajero correspondiente a la cepa original del virus SARS-CoV-2 para proporcionar una respuesta inmunitaria que es ampliamente protectora contra la COVID-19 y un componente de ARNm correspondiente a los linajes BA.4 y BA.5 de la variante Ómicron.
“Las vacunas monovalentes que veníamos utilizando hasta ahora están hechas sobre la base de las secuencias de la variante Wuhan, que ya no circula más. Todo lo que circula ahora son diferentes sublinajes de Ómicron, que sigue evolucionando, con una tendencia no a ser más grave pero sí a evadir la respuesta inmune, la acción de los anticuerpos promovidos tanto por la vacunación como por previa infección”, explicó a Chequeado Jorge Geffner, doctor en bioquímica e investigador del Conicet.
Y agregó: “Las vacunas bivalentes usan la secuencia de la variante Wuhan y le incorporan una segunda secuencia, que es la de Ómicron BA.4, que es prácticamente igual a BA.5. No están incluidas en esas vacunas las secuencias propias de las variantes que empiezan a circular más, como BQ.1.1 o XBB, que son sublinajes nuevos. Incluso las vacunas bivalentes están yendo por detrás de la evolución viral”.
La vacuna que comenzó a distribuirse a las difrentes jurisdicciones es la Comirnaty Bivariante Original/Ómicron BA.4-5, del laboratorio Pfizer/BioNtech, autorizada para su uso en población general de 12 años o más. En febrero se sumará la vacuna Spikevax Bivariante Original/Ómicron BA.4-5, del laboratorio Moderna, autorizada para su uso en población general de 6 años o más.
Qué evidencia hay a favor de su uso
Un estudio publicado por los Centros para el Control y la Prevención de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) concluyó que la vacuna bivalente reduce el riesgo de hospitalización a causa de la COVID-19 casi 3 veces en comparación con las personas vacunadas anteriormente pero que aún no habían recibido la vacuna actualizada.
Los datos muestran que la vacuna bivariante también reduce el riesgo de muerte a causa de la COVID-19 casi 19 veces en comparación con quienes no están vacunados. Otra investigación preliminar realizada en Finlandia demostró que la vacuna bivalente ofrece una protección superior al 80% y evita casos graves y muertes en comparación con quienes no recibieron la vacuna bivalente.
Para Geffner, si bien las vacunas bivalentes son un adelanto no representan un antes y después en la lucha contra el virus, ya que aunque se ha demostrado que son más inmunogénicas (aumentan la producción de anticuerpos capaces de neutralizar el virus), los trabajos difieren en si este aumento es o no significativo, si son apenas o fuertemente inmunogénicas en comparación con las vacunas que ya se venían aplicando.
“Los refuerzos monovalentes como bivalentes protegen mucho contra infección severa, pero donde hemos perdido un poco la carrera es en la obtención de vacunas que prevengan la infección. El virus ha ganado la pulseada, las vacunas previenen menos frente a la infección leve pero mucho frente a la infección severa. Algunos trabajos muestran que la bivalente previene un escaloncito más”, explicó el especialista.
A quiénes se va a aplicar la bivalente
Según explicó el Ministerio de Salud de la Nación, al igual que las vacunas monovalentes de ARNm las vacunas bivariantes se utilizarán para iniciar o completar esquemas primarios como para la aplicación de dosis de refuerzo y se administrarál la vacuna que se encuentre disponible en el momento de la vacunación, según las edades autorizadas.
En conferencia de prensa, la ministra Carla Vizzotti destacó que todas las vacunas contra el COVID-19 demostraron ser seguras y efectivas para dar protección ante internaciones, complicaciones y muertes frente a todas las variantes circulantes, por lo que en la estrategia nacional coexistirán las vacunas aplicadas hasta el momento con las nuevas vacunas bivariantes.
“Aquel que se vacunó ayer con la vacuna monovalente, sepa que está protegido y que es muy importante no haber perdido tiempo en recibir esa dosis. La vacuna que más sirve es la que se aplica lo antes posible y sin perder oportunidades”, aclaró.
Como contamos en esta nota, es muy importante aplicar la tercera dosis de refuerzo, especialmente en personas mayores de 50 años y otros grupos etarios con condiciones de riesgo. Además que ya están recomendados el primer refuerzo para niños/as de 6 meses a 2 años, el segundo refuerzo para niños/as y adolescentes de 3 a 17 años y el tercer refuerzo para todas las personas de 18 años o más transcurridos los 4 meses desde la última dosis.
“La recomendación a la población es que quien haya recibido su última dosis hace más de 4 meses, debe recibir un refuerzo. No importa si es el primero, el segundo, el tercero, o si es incluso la segunda dosis para completar el esquema primario. Es muy relevante tener la cobertura de vacunación”, manifestó la ministra.
El 48,2% de la población argentina recibió el primer refuerzo de la vacuna COVID-19. En cuanto a los grupos de edad se observa que el 60,2% de la población de 18 y más años recibió la tercera dosis mientras que en el grupo de 50 y más años la cobertura es del 73,3%, según el último Boletín Epidemiológico.
En cuanto a los casos fallecidos según condición de vacunación, entre la última semana de diciembre 2022 y la segunda de enero 2023 se registraron 8,16 muertes cada 100 mil habitantes en personas 60 años y más sin vacunación o con esquema incompleto. Se produjeron 3,06 muertes cada 100 mil habitantes en personas de 60 años y más años con esquema completo, mientras que en personas de este mismo grupo etario vacunadas con dosis de refuerzo la mortalidad fue de 2 muertes cada 100.000 habitantes.
Fecha de publicación original: 26/01/2023
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