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Esta nota tiene más de un año

Siete preguntas y respuestas sobre la marihuana

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • El consumo de marihuana es una práctica social extendida. Sin embargo, su uso recreativo es ilegal en nuestro país.
  • El uso medicinal del cannabis sí está legalizado para la investigación científica y el tratamiento de la epilepsia refractaria, entre otras patologías.
  • ¿Qué efectos produce? ¿Es lo mismo fumarla que comerla? ¿Es adictiva? A continuación, todos los datos para responder estas y otras dudas.

El consumo de marihuana es una práctica social extendida que, sin embargo, es ilegal en nuestro país. Muchas veces se habla del tema de manera un poco superficial: o bien condenándola por ser una droga, alentando un sistema que judicializa y persigue a quienes la consumen; o bien celebrándola y militando su consumo como una sustancia natural llena de propiedades benéficas.

La verdad, como siempre, es un poco más compleja: ni es tan peligrosa como algunos la pintan, ni es tan inofensiva como otros dicen. Para saber un poco más, y que puedas tomar tus decisiones con información chequeada y de calidad, escribimos esta nota.

¿Qué es la marihuana?

Es el nombre que comúnmente se le da a la planta de cannabis, especialmente a 3 subespecies: cannabis sativa, cannabis indica y cannabis ruderalis. Esta planta tiene distintos componentes químicos, como los cannabinoides, entre los que se destacan el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). 

El THC es una sustancia psicotrópica: es lo que “pega” en el consumo recreativo de marihuana, aunque también hay estudios que muestran que tiene efectos benéficos en el tratamiento de náuseas y vómitos en pacientes que hacen quimioterapia, dolor crónico, y espasticidad en casos de esclerosis múltiple. 

El CBD, en cambio, no tiene efectos recreativos, sino medicinales: hay estudios que muestran que es antiinflamatorio, ayuda a controlar las convulsiones en pacientes con epilepsia, tendría efectos neurológicos en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer, entre otras propiedades terapéuticas que se estudian en la actualidad.

Otros componentes menos conocidos son los terpenos, que dan el aroma y sabor característicos de cada variedad, y están presentes en otras plantas que solemos usar para calmar algún malestar, como el tilo, la menta, el limón y tantas más. Estas moléculas tienen propiedades activas de por sí, y pueden actuar en conjunto con los cannabinoides.

¿Es legal el consumo de marihuana en la Argentina?

El uso recreativo de la marihuana se encuentra prohibido en casi todo el mundo, aunque en algunas jurisdicciones es legal: sin ir más lejos, en Uruguay se encuentra legalizado y regulado su consumo. En la Argentina, en cambio, la tenencia de plantas, semillas o flores para uso recreativo está penada con hasta 15 años de prisión.

En agosto de 2009, la Corte Suprema de la Nación señaló la inconstitucionalidad del artículo de la ley de drogas que pena la tenencia de marihuana para uso personal en el ámbito privado. Sin embargo, este precedente (conocido como fallo Arriola) no modifica la ley; por ese motivo, una persona puede ser detenida. 

Según un informe de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, en 2018 se iniciaron 18.270 causas por tenencia de drogas para consumo personal. Esto significa que, aunque haya una menor condena social al consumo recreativo de marihuana, su tenencia para uso personal todavía es ilegal y puede traer un dolor de cabeza.

Su uso medicinal, en cambio, se encuentra legalizado y regulado desde 2017 mediante una ley que permite su uso en investigación científica y en el tratamiento de la epilepsia refractaria. Sin embargo, no permitía el autocultivo, es decir, que los pacientes puedan cultivar sus propias plantas para destilar el aceite de CBD.

Esta limitación fue superada recientemente, mediante un decreto de noviembre de 2020 que actualiza la reglamentación de la ley y permite el autocultivo con fines medicinales, la venta en farmacias de productos derivados y extiende su uso al tratamiento de otras patologías.

¿Qué efectos produce fumarse un porro?

El cannabis normalmente genera relajación y somnolencia, aunque también ciertas variedades presentan efectos estimulantes y creativos. También desinhibición y torpeza al movernos y al hablar. Altera, al igual que el alcohol, los sentidos, y puede modificar la percepción visual (como los colores) o temporal (como el paso del tiempo), y las relaciones sociales.

A nivel fisiológico tiene algunos efectos secundarios, como secar la boca y los ojos (que pueden enrojecerse y picar) y generar aumento del apetito, taquicardia e hipertensión arterial.

El componente psicoactivo de la marihuana actúa sobre receptores específicos de las neuronas, las células estructurales del cerebro, y desencadenan una serie de respuestas químicas que tienen efectos en el modo en que nos sentimos y comportamos. Decir que “pega” significa que produce ciertas reacciones químicas en el cerebro cuyo efecto evidente es que se alteran nuestra percepción consciente del mundo.

El cerebro responde a los cannabinoides (THC y CBD) porque tenemos un “sistema endocannabinoide” que se encarga del control de la memoria, el estado de ánimo, el apetito, el sueño y otras funciones. Aunque parecen destinados el uno para el otro, el sistema endocannabinoide y los componentes de las plantas no surgieron en conjunto: nuestra evolución desarrolló un mecanismo (en forma de receptores y neurotransmisores) para regular estas funciones, y otros organismos, como el cannabis, generaron sus propias herramientas químicas para la supervivencia. Fue la cultura la que nos llevó a probar un montón de plantas, sustancias y alimentos, entre los cuales encontramos a la marihuana.

¿Es lo mismo fumar que comer marihuana?

Las dos vías principales de ingreso al organismo son a través de los pulmones (ya sea fumando o vaporizando), o a través del intestino (comiendo o bebiendo). Los tratamientos medicinales con cannabis son, en su mayoría, orales, y se consume como aceite.

Al fumar o vaporizar, los efectos aparecen casi de inmediato, y alcanzan su mayor intensidad en los primeros 15 minutos, aproximadamente; luego comienzan a desvanecerse antes de que haya pasado una hora y casi desaparecen después de aproximadamente 3 horas.

Al ingerirlo por vía oral, como alimento o bebida, los efectos del cannabis tardan mucho más en aparecer, entre 1 y 2 horas. Sus efectos pueden durar 5 horas o incluso más. Aunque esta forma de consumo evita riesgos para los pulmones, es difícil regular la cantidad porque el consumo no genera un efecto inmediato; esto puede llevar a un consumo excesivo. 

Hay que tener en cuenta que, según el motivo por el cual se utiliza puede ser recomendable un tipo de consumo por sobre otro. Por ejemplo, para ciertos usos terapéuticos se busca mantener una concentración en el tiempo de un tipo de componente de la planta, lo cual puede ser garantizado a través de aceites o resinas; en cambio, al inhalarse por vaporización (no produce las sustancias dañinas del fumado al no llegar a temperaturas tan altas)  se obtiene un efecto rápido utilizado como rescate al incrementarse la sintomatología entre las ingestas regladas en forma oral.

¿Hace mal la marihuana?

Es difícil determinar cuánto daño produce el consumo de una sustancia, de qué tipo, y a quién: si fumo un cigarrillo, por ejemplo, puedo obtener el “beneficio” de bajar la ansiedad, pero aumentar el daño pulmonar para mí y para quienes me rodean (entre otras consecuencias negativas). Un estudio muy importante de 2010, realizado en el Reino Unido, decidió enfrentar este problema diferenciando, por una parte, cuánto daño le genera al consumidor, y cuánto a quienes lo rodean. En cuanto al daño propio, el trabajo diferencia tres tipos: (a) físicos (que incluyen daños y mortalidad en relación al uso droga), (b) psicológicos (que detalla el grado de dependencia, el deterioro en el funcionamiento mental que producen las drogas), y (c) sociales (como el deterioro o pérdida de vínculos).

Teniendo en cuenta estos parámetros, los resultados fueron asombrosos, y los podés ver en este gráfico:

Al tope de los daños (propios y ajenos) está la droga más aceptada legal y culturalmente: el alcohol, con un 72% de daño al usuario y un 47% hacia el resto. No es de extrañar esta posición si consideramos entre otras cosas la cantidad de accidentes de autos provocados por personas alcoholizadas o los hechos de violencia familiar.

Luego del alcohol, tenemos a tres de las llamadas drogas duras: la heroína, el crack y la cocaína, con valores muy por debajo del alcohol. ¿Quién se ubica detrás de la cocaína? El tabaco, con un 26% de daño al consumidor y un 10% al resto. Luego vienen las anfetaminas, y recién en el octavo puesto aparece la marihuana, con valores del 20% (propio) y 9% (ajeno).

Ahora bien, el hecho de que sea menos dañina que otras sustancias, incluso legales, no significa que sea inofensiva.

¿Es adictiva la marihuana?

El consumo frecuente de marihuana no genera, necesariamente, dependencia; la misma se desarrolla en menos de la mitad de quienes consumen todos los días. Sin embargo, sí se ha observado que el consumo diario puede alentar la dependencia, es decir, que el usuario no puede controlar la cantidad ni la frecuencia de consumo, y que ese consumo es problemático para sí mismo y para los demás.

Aproximadamente el 9% de las personas que probaron marihuana desarrollaron una adicción, un número relativamente bajo si lo comparamos con el 15% de quienes probaron cocaína y el 24% de quienes probaron heroína. En el caso de una droga legal, como el alcohol, se estima que el consumo problemático se desarrolla en el 10 al 15% de los casos. Sin embargo, como la cantidad de usuarios es mayor, afecta a más personas.

¿Qué efectos produce la marihuana en el cerebro?

Todavía se sabe poco de sus efectos en el mediano y largo plazo porque, debido a los años de prohibición, todavía hay poca investigación científica. Se han descubierto algunos efectos en el desarrollo de las personas más jóvenes.

Los efectos negativos del consumo de la marihuana en personas jóvenes son más profundos, y tienen más consecuencias en el tiempo, porque su cerebro todavía está formándose. Esta etapa dura hasta, aproximadamente, los 21 años. Un estudio de 2014 muestra diferencias entre el cerebro de chicos de 18 a 25 años que fumaban frecuentemente marihuana y chicos que no lo hacían. Los que consumían mostraron anormalidades en regiones relacionadas con los mecanismos de recompensa, emoción y adicciones (principalmente el núcleo accumbens y la amígdala). Un trabajo del año 2015, sin embargo, replicó el estudio y llegó a la conclusión opuesta, es decir, que el consumo frecuente en esta población no causaba cambios significativos en esas regiones. Esto significa que todavía no se sabe, a ciencia cierta, qué efectos tiene la marihuana en el cerebro de los más jóvenes.

En cambio, sí se ha demostrado que el consumo frecuente ocasiona deterioro cognitivo: un estudio realizado en Nueva Zelanda mostró que el consumo prolongado desde la adolescencia hacia la adultez generó una pérdida promedio de 8 puntos de coeficiente intelectual al llegar a los 38 años. También se observó una caída de alrededor de 4 puntos de coeficiente intelectual en adolescentes en edad escolar que fumaban al menos 5 porros a la semana.

¿Tiene efectos en la memoria? Se ha demostrado que una sola dosis de THC afecta la memoria verbal y la memoria de trabajo, aunque no se sabe cuánto pueden persistir una vez pasado el efecto. El estudio señala que es muy probable que estas deficiencias se mantengan en el largo plazo, especialmente si se comienza a consumir de forma regular variedades de cannabis con alto contenido de THC, especialmente a una edad temprana.

¿Puede generar esquizofrenia? Los estudios al respecto todavía son poco concluyentes. En los años 1960 y 1970, los científicos creían que sí y, de hecho, varios estudios relacionan el uso de cannabis con esta enfermedad. Un estudio reciente, sin embargo, propone una nueva explicación para este fenómeno, afirmando que el consumo y la dependencia de la droga son, en realidad, un síntoma más de un trastorno esquizofrénico previo.

En suma. El uso medicinal de la marihuana tiene muchos beneficios y hay un campo de conocimiento enorme que se abre con él. El uso recreativo de la marihuana tiene efectos neurocognitivos que son perjudiciales, aunque también aquí necesitamos investigar más. Sabemos, sin embargo, que son mucho menores que los de otras drogas, ya sea ilegales (como la cocaína o la heroína) o legales (como el alcohol y el tabaco). Sabiendo esto, y teniendo en cuenta que su tenencia -aún en pequeñas cantidades- sigue siendo ilegal en Argentina, es importante que quienes la usen lo hagan con responsabilidad e información, cuidando especialmente a los y las más jóvenes.

 

Fecha de publicación original: 03/12/2020

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Comentarios

  • marcelo3 de diciembre de 2020 a las 7:31 pmsi se usa para fines terapeuticos correcto
  • Nahuel4 de diciembre de 2020 a las 12:54 amHola es muy buena información para gente que recién se está interiorizando con la marihuana, me gustaría saber más si es que tienen datos más específicos, ya que estoy por iniciar un proyecto científico con respecto a la marihuana medicinal.
  • Federico5 de diciembre de 2020 a las 1:51 pmYi creo que no se avanza en la investigación porque se fuman uno y se re cuelgan...
  • Eduardo14 de diciembre de 2020 a las 8:25 pmMi agradecimiento a los que tomaron su tiempo para investigar y hacer esta nota ,Considero que si las personas mayores nos interiorizamos mas en este rubro pidemos ayudar a los mas jovenes y otros no tanto a conocer las consecuencias y virtudes del canabis ,Gracias...
  • Trinidad30 de mayo de 2022 a las 3:41 pmTengo una pregunta son responder ..¿Cual es porsentaje apto y no apto para con sumir la droga de cannabis sativa?

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