¿Puedo despertar a un sonámbulo?
Se levanta de la cama en pijamas. Con los brazos extendidos camina por la casa esquivando mesas y sillas. Abre la puerta y sale al frío de la noche. Cruza la calle y los autos lo esquivan. Sube a un edificio en construcción gracias a vigas que se bambolean de un lado al otro por acción de una grúa (que no sabemos por qué pero funciona de noche). Haciendo equilibrio desciende escaleras, mete un pie en un balde, se tropieza e, increíblemente, cae parado, sin despertarse y sin lastimarse.
La magia del cine, los dibujitos animados y hasta la literatura nos han hecho creer que un sonámbulo puede hacer esto y más sin sufrir un solo rasguño. Pero, sobre todo, nos convencieron de que jamás de los jamases deben ser despertados so pena de que les agarre un ataque al corazón.
El mito tiene su origen en la antigua creencia de que al dormirnos nuestra alma se va a pasear por el mundo. Por lo tanto, despertar a un sonámbulo sería dejar al cuerpo sin alma en un estado de zombie come-cerebros. Por supuesto, la realidad está bastante lejos de estas afirmaciones.
Medio y medio
El sonambulismo es parte de una categoría más amplia de trastornos relacionados con el sueño, conocidos como parasomnias, que incluyen también los terrores nocturnos, el síndrome de piernas inquietas y el despertar confuso. Afecta a alrededor de un 17% de los niños de manera regular y la incidencia disminuye con la edad de manera tal que se estima que hasta un 4% de los adultos continúa siendo sonámbulo (ver documento).
No se conoce exactamente su origen pero se cree que pueden intervenir factores genéticos. Lo que sí se sabe es que durante la noche el ciclo del sueño atraviesa varias etapas divididas en dos grandes fases: la REM (rapid eye movement, movimientos oculares rápidos) en la que se producen la mayoría de las ensoñaciones y la actividad de las neuronas del cerebro se asemeja a cuando estamos despiertos, y la No-REM o SOL (sueño de ondas lentas) que dura unos 90 minutos y está formada por cuatro etapas progresivas (NR1 a NR4). Las fases SOL y REM se alternan durante la noche y el sonambulismo generalmente ocurre en la tercera etapa de SOL, un estado muy profundo del sueño.
En 2011 un grupo de investigadores examinó las ondas cerebrales de las personas propensas al sonambulismo y encontró que, durante los episodios y para una misma persona, ciertas partes del cerebro mostraban actividad correspondiente con el estado de vigilia (despierto) mientras que la actividad de otras partes del cerebro sugería que la persona estaba profundamente dormida. Esto indicaría que el sonambulismo puede caracterizarse por una coexistencia de ambos patrones de actividad cerebral y originarse en un desbalance entre ellos . Esta idea de que la persona está “medio despierta y medio dormida” se encuentra presente también en otras investigaciones relacionadas con el sonambulismo.
Despertares
No existe evidencia que indique que despertar a un sonámbulo durante un episodio sea riesgoso para su salud. Nadie sufrirá un ataque cardíaco o una descompensación súbita pero sí puede ocurrir que el pobre sujeto caiga en un estado de confusión, angustia y agitación porque no entiende dónde está e incluso puede llegar a golpear a la persona que lo despertó (que es más o menos lo mismo que haría cualquiera si empiezan a zarandearlo cuando está plácidamente dormido). Por eso, en lugar de darle un susto al pobre parasomne, la sugerencia médica es llevarlo suavemente del brazo de vuelta a su cama y así evitar que se choque con los muebles o se lastime al caminar. Lo más probable es que a la mañana siguiente no recuerde nada de lo ocurrido.
Conclusión: si hay un sonámbulo en el hogar tomen todas las precauciones necesarias para que no se lastime ni lastime a otros en sus caminatas nocturnas, cierren puertas y ventanas, retiren objetos filosos y, si lo encuentran deambulando, llévenlo de vuelta a la cama sin temor a despertarlo en el proceso. Y, claro, consulten con un médico amigo cualquier duda al respecto.
Para leer más:
Entrevista de la National Sleep Foundation al Dr. Carlos Schenck, un especialista en parasomnias, y una publicación con datos más técnicos al respecto (2006).
Una descripción breve del sonambulismo en la National Sleep Foundation.
Fecha de publicación original: 05/09/2016
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