CFK: “Hoy con la comida estamos igual que Venezuela”
- Mientras en la Argentina la subalimentación afecta a menos del 5% de la población, en Venezuela llega al 21%.
- La situación en la Argentina empeoró si se analiza la cantidad de personas que no cubre sus necesidad alimenticias en los últimos años, pero no es comparable con lo que ocurre en Venezuela.
- Los datos disponibles sobre Venezuela muestran una situación muy crítica.
La precandidata a vicepresidenta por el Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner, presentó el sábado último su libro Sinceramente, en Mendoza, y dijo: “Hoy con la comida estamos igual que Venezuela, la verdad sea dicha”, y citó como fuente a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el último informe de la institución, de 2019, muestra que el porcentaje de personas subalimentadas es muy diferente en uno y otro país. En Venezuela se estima que es el 21,2% de la población, mientras que en la Argentina es del 4,6%. Estos son datos estimados por la FAO para el período 2016-2018.
En el caso de Venezuela, se duplicó la cantidad de personas en esa situación, ya que eran el 10,5 en el período 2004-2006, mientras que en la Argentina en ese mismo lapso se redujo muy levemente, de 4,7% a 4,6%.
Al hablar de la situación, Fernández de Kirchner nombró también a Guatemala, por lo que es posible que hiciera referencia a la evolución del número de personas subalimentadas, y no al porcentaje de la población, entre el período 2004-2006 y el de 2016-2018. Con esta medida, en la Argentina, al igual que Venezuela y Guatemala, aumentaron la cantidad de personas subalimentadas, aunque en magnitudes muy diferentes. Mientras en la Argentina el número pasó de 1,9 millones a 2,1, es decir un aumento de 200 mil personas, en Venezuela el aumento fue de 2,8 millones a 6,8, o sea, más que el doble. No es posible saber con exactitud a qué datos se refería la candidata, dado que su equipo de Prensa no contestó la consulta de Chequeado al momento de publicación de esta nota.
Hay otros indicadores que muestran los problemas alimenticios de la población en Venezuela, que no son comparables a la situación de la Argentina. Es difícil obtener datos oficiales del país gobernado por Nicolás Maduro, dado que muchas de las agencias estatales dejaron de publicarlos (como se puede ver en esta nota), pero varias fuentes alternativas muestran los problemas del país. Una encuesta elaborada por varias universidades relevó que la población perdió peso durante los últimos años. El 90% de los venezolanos en Colombia dijo que se fue por la falta de alimentos, entre otros factores, de acuerdo con una encuesta publicada en 2018 por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) de las Naciones Unidas.
“La disponibilidad de suficiente comida de calidad es deficiente, y los entrevistados dijeron que comían una vez, o como mucho dos veces, al día y que consumían pocas proteínas o vitaminas”, señala por otra parte un reporte de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos hace algunas semanas, liderado por Michelle Bachelet, luego de hacer una serie de entrevistas con diferentes grupos.
En la Argentina, por otra parte, hubo un deterioro de la alimentación, aunque no es comparale con la magnitud de lo que ocurre en Venezuela. A finales de 2016 el 6,1% de las personas en el país eran indigentes, es decir, tenían ingresos que no alcanzaban para comprar una Canasta Básica Alimentaria (actualmente se necesitan $3.912 mensuales para un adulto). A finales de 2018, luego de la crisis cambiaria, este porcentaje subió al 6,7%.
“La inseguridad alimentaria (acceso insuficiente a los alimentos) no es un fenómeno nuevo pero se ha agravado de modo significativo en el último período interanual 2017-2018”, destaca un informe del Observatorio de Deuda Social de la UCA. En este sentido, sostiene que en los últimos años hubo un aumento en la asistencia alimentaria directa (como los comedores escolares o la entrega de viandas, entre otros), aunque afirma que en el último año esta mayor presencia de la asistencia fue insuficiente para frenar el aumento de la inseguridad alimentaria.
La inseguridad alimentaria severa, que la encuesta de la UCA mide como la existencia de experiencias de “hambre” por problemas económicos durante los últimos 12 meses, alcanzó el 7,9% de la población en 2018 y es el mayor valor de la serie de esa institución que comienza en 2010.
Ianina Tuñón, coordinadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA, aseguró a Chequeado que “hubo un incremento muy significativo de la pobreza y de la inflación” en 2018, por lo que es entendible que se haya incrementado la inseguridad alimentaria y destacó que “por primera vez desde 2010” las transferencias del Estado no fueron suficientes para sostener los niveles de inseguridad alimentaria severa. Sobre la situación en Venezuela, afirmó que la FAO es la única fuente confiable que realiza alguna comparación.
En 2005 se realizó la primera Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, e incluyó solamente niños de hasta 5 años y mujeres en edad fértil. En 2018 el Ministerio de Salud y Desarrollo Social comunicó que puso en marcha la segunda edición, esta vez en todas las edades, pero todavía no hay datos disponibles.
Comentarios
Valoramos mucho la opinión de nuestra comunidad de lectores y siempre estamos a favor del debate y del intercambio. Por eso es importante para nosotros generar un espacio de respeto y cuidado, por lo que por favor tené en cuenta que no publicaremos comentarios con insultos, agresiones o mensajes de odio, desinformaciones que pudieran resultar peligrosas para otros, información personal, o promoción o venta de productos.
Muchas gracias