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Esta nota tiene más de un año
FrasesFalso
La afirmación ha demostrado ser falsa, al ser contrastada con las fuentes y datos más serios y confiables.

Fernández: “Pasaron siete semestres, Presidente. No entró un centavo a la Argentina de inversiones de esas potencias”

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • La Inversión Extranjera Directa no fue nula, como dijo Fernández.
  • Con Cambiemos se ubica en niveles similares, o incluso mayores, a los últimos años de mandato de Fernández de Kirchner.
  • Pero entonces el cepo cambiario distorsionaba este indicador.

Durante el primer debate presidencial, que se realizó en la Universidad Nacional del Litoral, el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, cuestionó la política exterior del gobierno de Mauricio Macri, al señalar que “no entró un centavo” de inversión extranjera de las principales potencias del mundo.

“Las relaciones internacionales no es sacarse fotos con los líderes. Pasaron siete semestres, Presidente. No entró un centavo a la Argentina de inversiones de esas potencias”, declaró el compañero de fórmula de la Cristina Fernández de Kirchner y agregó que “no alcanza con las fotos ni con un G20”. 

Lo cierto es que la Argentina sí recibió inversión extranjera durante los últimos cuatro años, aunque si se compara el registro de inversión extranjera de la actual administración con la anterior, se mantuvo prácticamente igual o incluso en niveles superiores, aunque debe aclararse que la política cambiaria fue muy diferente en ambos gobiernos y eso tenía una influencia directa en estos indicadores.

Según el Informe de la Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario del Banco Central de la República Argentina (BCRA), desde 2016 hasta agosto de 2019, los ingresos de Inversión Directa de no residentes alcanzaron los USD 9.909 millones, una cifra muy cercana a la del último mandato de Fernández de Kirchner, cuando se recibieron USD 9.659 millones. Las cifras por países llegan hasta el 2016.

Los datos del INDEC muestran que la Inversión Extranjera Directa (tanto la nueva inversión, así como la reinversión de ganancias y préstamos de compañías extranjeras a empresas en el país) en 2018 fue de casi US$ 11.900 millones, el mayor número desde 2013.

Sin embargo, como se explicó en otra nota de Chequeado, es necesario aclarar que durante el gobierno de Fernández de Kirchner regía un fuerte control de cambio, conocido como “cepo”, que no permitía a las empresas extranjeras sacar sus ganancias del país y esto las forzó a reinvertir sus utilidades, lo que demuestra que este indicador estuvo bastante distorsionado durante ese período y mostraba inversiones mucho más altas de lo que realmente eran.

Una vez que la restricción se levantó, las empresas enviaron su capital a sus casas matrices y dejaron de reinvertir, lo que generó que en 2016 los datos se actualizaran y para 2017 y 2018 los valores ya fueran “normales” en un contexto en el que las Inversiones Extranjeras Directas disminuyeron en la región, como se explicó en esta nota. Así, la Argentina creció, pero seguía estando debajo de otros países de Latinoamérica.

La inversión directa se define como la inversión de capital hecha en la Argentina por agentes que no residen en el país. Esto es muy buscado por los gobiernos debido a que brinda dólares para financiar el pago de importaciones, a la vez que mejora la productividad de las empresas que operan localmente.

En síntesis, las inversiones durante el gobierno de Macri no fueron nulas. Contrariamente a lo que declaró Fernández, existieron y en niveles similares, o incluso superiores, a las del gobierno anterior, en el que el control de cambios distorsionaba las cifras.

Actualización 16/10/2019: se añadieron a la nota los datos de Inversión Extranjera Directa del INDEC.

Comentarios

  • Zeta18 de octubre de 2019 a las 4:16 pmSe te nota mucho -"chequeado"
  • Tomás19 de octubre de 2019 a las 9:13 amNuevamente un análisis con el que disentir. Si se fuga todo el dinero entrante o la mayor parte de este el beneficio de las inversiones para el pais es muy relativo.
  • Sol Minoldo21 de octubre de 2019 a las 6:46 pmEsa literalidad sí se puede ver. Pongamos contexto, Macri asume su presidencia luego de varios años de estancamiento de la economía y de las inversiones. Culpa por ello al “cepo” en particular y al modelo Kirchnerista en general. Y promete que, cuando quite el cepo y “Argentina vuelva al mundo” tendremos una “lluvia de inversiones”. Con los resultados a la vista, Fernández le señala que su modelo fue completamente ineficaz para atraer inversiones, y ahí es cuando afirma la frase en cuestión. Pero más allá de que no se cumpla la literalidad de esas palabras, vamos a lo importante: ¿fue o no ineficaz el modelo de cambiemos para atraer la inversión extranjera? Tal como reconoce Chequeado, “(la inversión extranjera) se mantuvo prácticamente igual o incluso en niveles superiores”. O sea, igual o apenas unas monedas más. Según los datos (que cita acá Chequeado), la inversión extranjera directa NUEVA (sin incluir reinversión) con CFK2, con cepo y todo, fue 9.659 millones de dólares al año. Con Macri (hasta 2018) fue de 9.909 millones anuales. O sea, Cambiemos tuvo apenas 2,5% más de atracción de inversiones que un gobierno con regulaciones que impedían a los extranjeros remitir sus ganancias al exterior. Un exitazo. Y eso hasta 2018 (porque no tenemos aún los datos de 2019), pero sabemos que todos los indicadores económicos empeoraron, así que el balance definitivo va a ser más bajo. Otro dato para analizar la inversión extranjera es el que incluye la reinversión. Acá Chequeado ya no usa el promedio macrista porque afirma que los del periodo previo a Macri estaban “distorsionados” porque había un cepo. La distorsión sería la siguiente: el cepo funcionaba, eficazmente, para reducir la fuga de capitales y aumentar la reinversión de las ganancias de las inversiones extranjeras. Pero funcionaba porque “forzaba” a los inversores. Entonces cuando Macri saca el cepo y en 2016 nadie invierte porque ahora son “libres”, eso no es culpa de Macri sino que es algo así como un “sinceramiento”. Como si liberar la fuga de todo capital en total libertad no fuera una decisión política, sino una ley natural o el estado “puro y verdadero” de la realidad. Es cierto que uno de los problemas de la política del cepo era el alto costo que suponía salir de él, es decir, el costo del cambio de política. ¿Eso es exclusivo del cepo? Para nada. De hecho, cualquier política que regule y condicione actores tiene el costo de que, si la quitamos, les actores harán lo que estábamos impidiendo que hagan. Del mismo modo que si dejamos de hacer algo que los favorece, eso tendrá efectos. No es “sinceramiento”, es política. Es cierto que algunas políticas nos entrampan especialmente. Por poner un ejemplo, la Convertibilidad. Pero frente a ellas hay muchas cuestiones a considerar: como cuánto nos cuesta sostenerlas (por ejemplo, nos cuestan desocupación, pobreza y endeudamiento, o nos cuestan estancamiento económico), o si es posible sostenerlas (por ejemplo, la Convertibilidad o la política financiera macrista eran tan insostenibles que se derrumbaron sin que medie una decisión política de abandonarlas). Si se trata de salir de ellas deliberadamente, se puede hacer a lo bestia, o estratégicamente para minimizar los golpes. No hay opciones “naturales”: las hay más o menos efectivas para ciertos objetivos económicos, más o menos legítimas o seguras jurídicamente, las hay que nos endeudan o que no, las hay que afectan más o menos las libertades individuales, que generan o destruyen empleo, que aumentan o no la desigualdad, y así. Pero para no irnos del tema central, supongamos que le concedemos a Chequado que lo que pasó en 2016 es el pago del costo de la salida del Cepo. Entonces, sacamos de la evaluación esos magros 3,2 mil millones de dólares que da el balance de nuevas inversiones y reinversiones ese año. Ahora que salimos del cepo, que le pagamos a los fondos buitres y todo lo que Macri decía que hacía falta, resulta que no, no llegó la lluvia de inversiones. Los números muestran que el promedio de 2017 y 2018 (para 2019 no tenemos datos) es casi igual que el dato de 2015, con cepo y todo. Apenas un poco más que el promedio de todo el segundo mandato de CFK. (En CFK2 el promedio fue 10,5 mil millones de dólares y en su último año (2015) fue 11,7. Con Macri, el promedio quitando a 2016 fue 11,7). Algo que no analiza la nota es que esa gran desregulación, si bien no sirvió para levantar la inversión productiva de los niveles de tiempos del cepo (como acabamos de ver), sirvió en cambio para atraer inversiones financieras “especulativas”. Es decir, las que no llegan al sistema productivo, y por tanto no generan empleo, no generan valor agregado, y además son más volátiles y te pueden causar una crisis en cuestión de días por el solo hecho de que un evento externo les haga más rentable ir a invertir en otra parte. Sobre todo si no hay regulaciones que les impidan irse así sin más. Y esas inversiones, como todes sabemos, han sido la estrella del modelo macrista. Para la primera parte de este año, por ejemplo, BAE negocios contabilizaba que las inversiones financieras triplicaban las productivas. El resultado de la gestión de Cambiemos ha sido otro modelo con enorme costo para salir que, de hecho, de tan insostenible le explotó en las manos al propio macrismo. El resultado ha sido la caída del PBI y el consumo, una presión fuertísima sobre la moneda, un costo fiscal enorme que resolvieron defaultear, un endeudamiento público y externo vertiginoso y, aún con eso, una devaluación fuertísima que aceleró el proceso inflacionario. Entre otras cosas. La conclusión es que quizás se trata menos de parecer ‘apolíticos’ y más de tener suficiente honestidad intelectual para asumir la perspectiva política de nuestros análisis, y los parámetros con los que apreciamos/valoramos/analizamos.
  • Luis25 de octubre de 2019 a las 11:48 am"Sin embargo, como se explicó en otra nota de Chequeado, es necesario aclarar que durante el gobierno de Fernández de Kirchner regía un fuerte control de cambio, conocido como “cepo”, que no permitía a las empresas extranjeras sacar sus ganancias del país y esto las forzó a reinvertir sus utilidades." Esto es un juicio de valor al respecto de la política implementada. La pregunta en cuestión no es acerca de qué mecanismo para incentivar la inversión prefieren, es acerca de si el modelo de Macri aumentó la inversión en el país. La respuesta es que no, así de simple. Los chequeos no son para que expresen sus preferencias al respecto de la política cambiaria y de flujos de capital que debe seguir el estado. Que la inversión fuese producto de regulaciones al respecto de los outflows de capital no implica que no fuera inversión "real".

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