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Déficit fiscal: qué pasó durante las gestiones de CFK, Macri y Fernández

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • En 2022, se registró un déficit primario (sin contar intereses de la deuda) del 2,4% del Producto Bruto Interno (PBI), por debajo de las metas planteadas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
  • De esta manera, el “rojo” pasó del 6,4% del PBI en 2020, el primer año de la pandemia, hasta el nivel actual.  
  •  Durante la presidencia de Cambiemos (2015-2019) hubo un recorte de 3 puntos porcentuales del déficit, y en la del Frente para la Victoria (2007-2015) se pasó de un superávit del 2,8% del PBI a un déficit del 3,8%. 

La Argentina registró durante el primer mes de este 2023 un déficit primario (es decir, la diferencia entre los ingresos y los gastos sin contar los intereses de la deuda) del 0,12% del Producto Bruto Interno -PBI- ($203,9 mil millones), y un “rojo financiero” (que incluye el pago de los intereses de la deuda) de $537,9 mil millones, informó el Ministerio de Economía de la Nación

En tanto, en 2022 se registró un déficit primario del 2,4% ($1.955.141 millones) del PBI, por debajo de las metas planteadas en el acuerdo con el Fondo Monetaria Internacional (FMI), del 2,5%. Mientras que el déficit financiero acumulado fue de 4,2% ($ 3.448.150 millones). 

En la cifra de déficit primario no se consideran los ingresos extraordinarios provenientes de las rentas de la propiedad vinculadas a emisiones primarias de títulos públicos (es decir, ingresos del Estado provenientes de ganancias o intereses por inversiones financieras, como los retornos por las inversiones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES) por casi un 0,3% del PBI ($300.000 millones) en el año (0,3% del PBI), que es lo que finalmente permitió contabilizar el FMI.

Si se considerara ese ítem, el déficit fue del 2% el año pasado (equivalente a $ 1.659.747 millones), como lo informó la Oficina Nacional de Presupuesto (ONP). 

En esta nota, analizamos la evolución que tuvieron el déficit primario y el financiero durante las últimas 3 presidencias. 

Cómo se contabiliza el déficit fiscal en la Argentina

En nuestro país, el resultado fiscal se contabiliza de 2 formas diferentes. El resultado primario compara los ingresos del Estado (por ejemplo, a través del pago de impuestos) con los egresos (los gastos que efectúa la administración en un período determinado). Pero no se toman los intereses de la deuda.

En tanto, el resultado financiero incluye en esta ecuación los egresos por el pago de intereses de deuda. En el acuerdo con el FMI, por caso, el indicador utilizado para saber si se cumple o no con las metas es el déficit primario. 

Como se cuenta en esta nota, la forma de contabilizar el déficit fiscal en la Argentina cambió en los últimos años. El primer cambio ocurrió a finales de 2015, impulsado por el entonces ministro de Hacienda de la Nación, Alfonso Prat Gay, y el segundo en 2017, que se realizó  cuando Nicolás Dujovne asumió en el Ministerio de Hacienda. 

Pese a ello, el gobierno del Frente de Todos no modificó la metodología, y continúa contabilizando el déficit de acuerdo con los últimos cambios aplicados en 2017. Es decir que los datos del déficit fiscal publicados a partir de ese año y hasta la actualidad son comparables entre sí, pero no ocurre lo mismo con la información previa. 

El déficit fiscal y financiero durante la gestión de Alberto Fernández

La gestión de Alberto Fernández se inició con un déficit primario del 0,4% del PBI y un financiero del 3,8%. Al año siguiente, en medio de la crisis provocada por la pandemia -que generó un fuerte incremento de los gastos extraordinarios para aminorar las repercusiones negativas del COVID-19-, el déficit primario se disparó al 6,4% del PBI, mientras que el financiero fue del 8,4%. 

En 2021, el “rojo” primario fue recortado al 3%, mientras que el financiero bajó al 4,5% del PBI. Esta caída se produjo por la baja de buena parte de los gastos extraordinarios realizados durante la pandemia y una mejora en el desempeño de la recaudación, que registró un crecimiento de 65,9% interanual. Sin embargo, la disminución no fue más pronunciada debido a la derrota del oficialismo en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

La coordinadora de Investigaciones del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), Virginia Giordano, destacó a Chequeado: “Luego de la derrota en las elecciones intermedias y de que la propia vicepresidenta [N. de la R.: de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner] reclamara parar con la ‘política de ajuste fiscal’ que su propia coalición estaba llevando a cabo, hubo un cambio de rumbo tanto en el gasto como en el déficit, que en diciembre de ese mismo año llegó a marcar valores similares a los peores meses de la pandemia”. 

En 2022, ya con la vigencia del acuerdo con el FMI, el Gobierno nacional se comprometió a reducir el déficit primario al 2,5% del PBI. Finalmente, sobrecumplió esa meta y cerró el año con un déficit del 2,4% del PBI, mientras que el déficit financiero fue del 4,2%.

El déficit fiscal y financiero durante la gestión de Mauricio Macri

Tal como se cuenta en esta nota, de acuerdo con la nueva metodología de contabilidad del resultado primario, en la gestión de Cambiemos el déficit primario bajó más de 3 puntos (empezó en 3,8% del PBI y terminó con un rojo del 0,4%) en sus 4 años de mandato

En su primer año de gestión, Mauricio Macri elevó el déficit primario al 4,2% del PBI (el “rojo” financiero trepó al 5,8%). En tanto, en 2017 redujo el resultado primario negativo al 3,8% del PBI (mismo nivel que en 2015) y el déficit financiero se incrementó al 5,9%

Finalmente, en 2018 el déficit primario fue del 2,3% del PBI (y el financiero bajó al 4,9%), y en 2019 -al final de la gestión de Cambiemos- fue del 0,4% del PBI (mientras que el financiero llegó al 3,8%).

El déficit primario y financiero durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner

Durante las dos gestiones de Cristina Fernández de Kirchner, el resultado primario tuvo una tendencia negativa: recibió un superávit del 2,9% del PBI en 2007 (de acuerdo con la metodología utilizada antes de los cambios aplicados durante la gestión de Cambiemos) y dejó un déficit del 3,8% en 2015 (según el método aplicado por Prat Gay ese mismo año). 

La actual vicepresidenta mantuvo un superávit primario durante su primer mandato, hasta 2011 (0,2%), aunque el resultado positivo fue cayendo paulatinamente. A partir de 2012, el resultado se volvió negativo (-0,2%). 

En cuanto al resultado financiero, CFK recibió la gestión con un superávit del 1% en 2007 y lo elevó al 1,3% en 2008. En 2009, en tanto, hubo un déficit del 0,6% y luego en 2010 se registró el último superávit de la gestión (0,2% del PBI). Desde entonces, el resultado financiero fue negativo, para terminar 2015 con un “rojo” del 5,1% del PBI. 

“Si bien el déficit fiscal primario comienza a darse en 2011, ya en 2008 se ven los resultados de una política expansionista y demasiado procíclica aún en años donde la actividad había mejorado de forma considerable”, explican en este estudio los economistas Ernesto Frugoli, actual jefe de Departamento de la Gerencia de Cuenta de Inversión de la Auditoría General de la Nación (AGN), y Juan Pablo Pascual, profesor del Departamento de Economía de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) y ex auditor de campo en la AGN.

Por su parte, Marcelo Capello, economista de la Fundación Mediterránea-IERAL, señaló que “el resultado fiscal primario empeoró permanentemente entre 2004 y 2017. Lo mismo sucedió con el déficit financiero, salvo en 2008 y 2010”.

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