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No hay evidencia de que el coronavirus haya sido creado en un laboratorio; qué sabemos de su origen

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • Los estudios científicos señalan que el virus se originó a través de procesos naturales, y no fue diseñado de forma artificial.
  • Circulan muchas desinformaciones, con teorías conspirativas y sin evidencia, que apuntan hacia una creación humana.
  • Es algo común cuando aparecen nuevas enfermedades y aún faltan certezas científicas sobre su origen exacto.
 

Los análisis hechos hasta el día de hoy muestran que el nuevo coronavirus fue resultado de la evolución natural. Sin embargo, circulan muchas desinformaciones que le adjudican su origen a una creación humana, hecha en un laboratorio.

Guerra de teorías conspirativas

Entre las versiones que circulan, hay algunas, difundidas por el gobierno chino, que dicen que fueron militares norteamericanos los que llevaron el virus a Wuhan, la ciudad donde se detectó el primer caso de la COVID-19. Otros señalan que en realidad fue un laboratorio en Wuhan el que lo creó. En otras versiones fue un centro de investigación chino, pero financiado por el empresario Bill Gates. También circula que fue un laboratorio en el Reino Unido el que lo desarrolló.

Estas teorías conspirativas carecen de fundamentos. No hay evidencia de que el SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19 en humanos, se haya originado en un laboratorio. Los coronavirus tienen la capacidad para saltar y adaptarse de una especie a otra causando enfermedades. “Los coronavirus como el SARS-CoV-2 se encuentran comúnmente en especies de vida silvestre y con frecuencia saltan a nuevos huéspedes. Esta es la explicación más probable del origen del SARS-CoV-2”, aclaro el virólogo Edward Holmes, de la Universidad de Sidney, Australia, en un comunicado en respuesta a las teorías conspirativas.

Qué es lo que sabemos:

Se originó en la naturaleza

Para identificar el origen de un virus, los científicos analizan el material genético con el objetivo de reconstruir su historia evolutiva. Uno de los principales estudios realizados sobre esto en el caso del nuevo coronavirus fue publicado por la revista Nature, y hecho por investigadores de los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia. El análisis de los datos del genoma del SARS-CoV-2 no encontró evidencia de que el virus se haya producido en un laboratorio: la estructura no es la que corresponde a la manipulación de un genoma y no hay nada que indique que fue creado a partir del patrón de otro virus.

Si se tratara de una construcción de laboratorio, se tendría que haber utilizado un virus previamente conocido como plantilla. El virus más cercano al SARS-CoV-2 es un virus de murciélago que fue secuenciado después de que comenzó la pandemia”, explicó uno de los autores, Robert Garry, profesor de la Universidad de Tulane, en los Estados Unidos, a la BBC.

Y agregó: “Además, ese virus de murciélago es solo un 96% similar al SARS-CoV-2. No es posible completar esa distancia genética (4%) en un laboratorio. Comparamos todos los virus que podían servir como plantilla, incluidos estos que fueron hallados en el pangolín y los murciélagos, y los cálculos de la computadora señalan que no se hubiera podido crear en un laboratorio un virus que tuviera esta capacidad de infección”.

Garry y colaboradores concluyeron que el virus evolucionó a su estado patógeno actual a través de la selección natural en un huésped no humano y luego saltó a los humanos. Así es como surgieron brotes previos de coronavirus, con humanos contrayendo el virus después de la exposición directa a civetas (SARS) y camellos (MERS). Los investigadores propusieron que el virus “saltó” de los murciélagos al pangolín y de allí a los humanos. Aunque no se sabe cómo fue ese proceso, el rompecabezas del origen de SARS-CoV-2 está aún incompleto.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala en esta línea que “todos los datos disponibles sugieren que el SARS-CoV-2 tiene un origen animal y no es un virus creado en laboratorio”.

Por otro lado, un grupo de 27 científicos de diferentes países publicaron una carta en la revista científica The Lancet en la que rechazan las teorías conspirativas de un origen artificial del virus y reafirman que los estudios “concluyen abrumadoramente que este coronavirus se originó en la vida silvestre”.

¿Empezó en un mercado de Wuhan?

Aún no se sabe cuándo apareció el virus. Una de las hipótesis más fuertes es que fue en un mercado en Wuhan, donde se venden animales vivos, algunos de ellos salvajes. Varios de los primeros casos reportados del nuevo coronavirus -aunque no todos- tenían alguna conexión con ese mercado, por eso los investigadores creen que es donde se originó. Sin embargo, no hay certezas de que haya sido ahí.

Otra de las razones que apuntan hacia el mercado es que hubo otros virus que surgieron en este tipo de lugares, y había advertencias hace varios años sobre su peligrosidad. “Se sabe bien que los coronavirus son dados a la recombinación genética, que puede llevar a nuevos genotipos y brotes. La presencia de un gran reservorio de virus del tipo SARS-CoV en murciélagos herradura, sumada a la cultura de comer mamíferos exóticos en el sur de China es una bomba de tiempo. No debería ignorarse la posibilidad de reemergencia del SARS y otros virus, y por lo tanto necesitamos estar preparados”, señalaba un paper publicado en 2007.

El silencio inicial del gobierno chino

El Gobierno chino comunicó el 31 de diciembre de 2019 a la OMS que tenía casos de una neumonía de origen desconocido. Sin embargo, existen críticas de que no fue transparente con la información y posiblemente demoró su entrega a la comunidad internacional.

Incluso hubo casos de médicos que alertaron a fines de diciembre sobre la gravedad de la situación que fueron perseguidos y obligados a retractarse. El más conocido es el del doctor Li Wenliang, que luego murió a causa de la enfermedad.

No es la primera vez: las teorías conspirativas del VIH

Como con el coronavirus, hay otras enfermedades que generaron desinformaciones parecidas cuando surgieron, como el VIH/SIDA, que también se decía que había sido creado en un laboratorio.

Siempre hay un núcleo de personas que creen en teorías conspirativas de distinto tipo, suele ser un número relativamente bajo. Pero con el miedo y la incertidumbre, ese número crece”, explicó a Chequeado Guadalupe Nogués, doctora en Biología y autora del libro Pensar con otros: una guía de supervivencia en tiempos de posverdad.

Y agregó: “Hay varias razones que pueden llevar a una persona a creer en ellas. En este momento hay mucha incertidumbre, la ciencia está investigando, pero no hay respuestas claras a muchos de las preguntas que tenemos. Y las respuestas que hay son complejas. Muchas personas que no están interiorizadas con la ciencia, no saben que hay virus nuevos todo el tiempo, aunque la mayoría no son dañinos. Entonces les sorprende que pueda aparecer algo así, pareciera que es de la nada, cuando no es el caso. Frente a esta complejidad, las teorías conspirativas dan certezas y respuestas simples. Eso puede ser muy atractivo, aunque no estén basadas en ninguna evidencia”.

 

Si querés estar mejor informado sobre la pandemia, entrá al Especial Coronavirus.

Fecha de publicación original: 20/04/2020

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Comentarios

  • Daniel Luis Vicente Martínez20 de abril de 2020 a las 7:13 pmSi esto no fue elaborado en un laboratorio, entonces es de origen extraterrestre. Estamos provocando a los habitantes del asteroide Bennu, pues la sonda no tripulada Osiris Rex planifica explosiones provocadas para extraer dos kilos de piedras de grandes rocas allí. Salió en septiembre de 2016 y planifica regresar en 2023, adivinen cuando cumplió la mitad de siete años: en marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia y el 29 de abril es el mayor acercamiento entre la Tierra y Bennu. Ese día sería mas fácil que se retiraran a su mundo o que ampliaran la invasión. Si la NASA hiciera la prueba de cancelar la Misión Bennu, a ver si se retiran si concluyen que los terrícolas captamos el mensaje, tal vez se marcharían y la pandemia se detendría. Es una esperanza.
  • Daniel Luis Vicente Martínez20 de abril de 2020 a las 7:19 pmAlgo mas, en los años ´70 el científico Gilbert Levin dijo encontrar evidencias de la existencia de vida microbiana en el planeta Marte. Adivinen que, los asteroides están entre los planetas Marte y Júpiter. Bennu podría ser una colonia de microbios marcianos con suficiente avance para tener naves espaciales.
  • INES21 de abril de 2020 a las 2:56 pm¿El coronavirus puede estar en el agua?
  • Daniel24 de abril de 2020 a las 9:19 amy quien le puede creer algo a la BBC? seguro que también 2 aviones tiraron 3 edificios el 11-S
  • Tito28 de abril de 2020 a las 9:10 amYa quiero que sea el 29 de abril así salgo a tirarle caca de gato a los invasores,se me quejan los vecinos por olor a mierda, no me falles Danielito.
  • Pepe6 de junio de 2020 a las 2:29 pmChequeado,ya perdió toda credibilidad.....siga participando ✌?✌?✌?✌?✌?

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