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Esta nota tiene más de un año

¿Qué pasa en Bolivia?

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • El presidente Evo Morales renunció a su cargo después de denunciar un "golpe cívico-político-policial". Se encuentra ahora en México.
  • ¿Cuáles son elementos que explican esta posición?
  • El rol de los comités cívicos, la oposición, la policía y los militares en la situación de Bolivia.
 

Qué son los comités cívicos

En las últimas semanas de protestas, los opositores más radicalizados se nuclearon en torno a la figura del dirigente Luis Fernando Camacho quien, junto a otros líderes de grupos cívicos bolivianos, fueron los primeros en pedir la renuncia a Evo Morales. “Decirle al tirano que tiene 48 horas para renunciar”, sostuvo Camacho una semana antes de que el presidente boliviano deje el cargo por la fuerza.

Este empresario cruceño, de 40 años, se convirtió en la cara visible del Comité Cívico de Santa Cruz, un espacio de articulación ciudadana, no partidaria, fundado hace casi 70 años, bajo la consigna de respeto a la autonomías departamentales en Bolivia.

Los comités nuclean a distintas sectores como los empresarios, ganaderos, colegios profesionales, entre otros. Cada dos años, eligen por voto directo a un presidente y a su directorio. Este año fue elegido Camacho para el período 2019-2021.

En 2008, un levantamiento liderado por autoridades departamentales, concentradas en el oriente boliviano, terminaron autoconvocando a un referéndum por la autonomía que profundizó la división político-territorial en Bolivia.

Ese mismo año, el presidente Morales decidió resolver un conflicto político con más política y convocó a un referéndum revocatorio del cual participó el 83% de la población, consiguiendo un 67% de respaldo para continuar con su mandato.

Si bien el Comité de Santa Cruz se ha convertido en el más visible en estos días, también existen comités en los otros ocho departamentos de Bolivia. Cuando Morales ganó en 2014 con el 61% de los votos, el mayor logro en términos simbólicos del oficialismo fue su intento por sepultar la idea del país dividido después de conseguir una victoria en ocho de los nueve departamentos. Pero, en esta última elección, el MÁS volvió a perder el control del oriente boliviano.

Las reacciones violentas han venido de ambos lados por estos días. Sin embargo, fueron los funcionarios oficialistas los primeros en recibir este tipo de amedrentamientos, que se han visto intensificados en los últimos días. Incluyendo la casa del presidente Morales (“grupos violentos asaltaron mi domicilio”, denunció Morales desde su cuenta de Twitter).

Quién es el principal líder político

Si Camacho se constituyó como el principal referente cívico, Carlos Mesa es el referente político. Mesa es el candidato de la oposición más votado en la última elección y quien podría haber llegado a ser presidente de haber tenido lugar una segunda vuelta electoral.

Mesa fue presidente de Bolivia entre octubre de 2003 y mayo de 2005. Llegó al Palacio Quemado luego de la renuncia del presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada, producto de una profunda crisis política y social que terminó con la muerte de casi un centenar de bolivianos en manos de las Fuerzas Armadas en El Alto.

En su breve mandato, organizó un referendo para definir la política nacional en materia de hidrocarburos, para así dar respuesta a la principal demanda que había hecho estallar las protestas de esa época: la nacionalización de las reservas de gas. Sin embargo, la situación no se calmó y terminó renunciando, cercado por la presión ejercida por las organizaciones sindicales.

A pesar de sus claras diferencias con Morales, en el último tiempo Mesa se posicionó como un dirigente político de perfil moderado y dialoguista con el gobierno. En 2013, Mesa aceptó ser el vocero de la demanda marítima de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya hasta que, el 1 de octubre de 2018, la Corte dictaminó que Chile no tenía la obligación de negociar un acceso al mar para Bolivia. Días después, Mesa anunció su candidatura a presidente.

Mesa radicalizó su posición de opositor después de darse a conocer el resultado electoral que daba por ganador, una vez más, a Morales y denunció fraude. “Evo Morales con ese fraude estableció dos cosas claras, que le dio la espalda al pueblo boliviano en 2016 y en 2019”, sostuvo después de la renuncia de Morales.

Después de la denuncia de fraude llegó el pedido de renuncia. El domingo último, Mesa no aceptó la convocatoria a nuevas elecciones con renovación total de las autoridades electorales propuesta por Morales y exigió que abandonara el cargo. “Creemos que esta es una decisión que debe tomar el presidente Morales, si le queda un ápice de patriotismo debería dar un paso al costado”, sostuvo llevando la tensión al extremo.

Es por eso que Morales denuncia a estos dos dirgentes, uno social y el otro político, como los principales responsables de haber forzado su renuncia. “Mesa y Camacho, discriminadores y conspiradores, pasarán a la historia como racistas y golpistas. Que asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo. El mundo y bolivianos patriotas repudian el golpe”, sostuvo Morales en su cuenta de Twitter.

Qué rol jugó la policía

La policía de Bolivia carga con una larga trayectoria en profundizar la inestabilidad política en momentos de crisis. El viernes último, en Cochabamba, efectivos de las fuerzas de seguridad se sumaron a las protestas en contra de Morales. Sin embargo, la sublevación no quedó reducida a ese departamento. En pocas horas, se fueron sumando nuevos efectivos de la policía en Sucre, Santa Cruz y también Oruro, donde un grupo de agentes encapuchados y con la cara tapada, llegaron a tomar la Gobernación.

No es el primer antecedente. En 2000, durante la llamada Guerra del Agua, la policía abandonó el control de la seguridad en el palacio de Gobierno, lo que llevó del conservador Hugo Bánzer Suárez a decretar estado de sitio.

En febrero de 2003, durante la presidencia del liberal Gonzalo Sánchez de Lozada, pasó algo parecido. Las fuerzas de seguridad se sublevaron en medio de la llamada Guerra del Gas, donde miles de manifestantes reclamaban por el manejo de los recursos naturales, lo que terminó en un enfrentamiento armado entre manifestantes y militares que acudieron a intentar frenar la acción insurrecta de la policía.

En 2012, fue Morales quien tuvo que lidiar con el desacato policial que alcanzó a todo el país dejando a varias de las principales ciudades sumergidas en el caos social.

En estas últimas elecciones, desde que la crisis estalló, la posibilidad de un levantamientos de las fuerzas de seguridad siempre estuvo latente. La sublevación que se concretó el viernes fue uno de los principales motivos de la renuncia de Morales como jefe de Estado de Bolivia.

La alianza entre un sector de la policía y grupos opositores radicalizados lleva a Morales a definir la situación política como un “golpe cívico-político-policial”. Mientas Camacho agradeció la participación de los efectivos, el presidente Morales denunciaba en su cuenta de Twitter que “la policía amotinada reprime con bala para provocar muertos y heridos en El Alto”.

El lunes último, el jefe de la Policía Nacional de Bolivia, Yuri Calderón, dejó su cargo después de pedir la renuncia del presidente Morales “para pacificar al pueblo de Bolivia en estos duros momentos”.

Morales aclaró que “no son todos los policías, he recibo tantos mensajes solidaridad de policías, agradezco sobretodo en la primera etapa, oficiales de la policía boliviana nos acompaña en temas de seguridad”

Hasta el momento del cierre de esta nota, efectivos de la policía detienen y reprimen manifestantes, sin control político.

Qué papel tienen las Fuerzas Armadas

A pesar del levantamiento policial, Morales en su calidad de capitán general de las Fuerzas Armadas, decidió no militarizar la protesta.

La masacre de octubre de 2003, que terminó con casi un centenar de bolivianos y bolivianas muertos y la renuncia de Sánchez de Lozada, respondió a la decisión política del entonces presidente de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles.

El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, dijo el último fin de semana que el Presidente dio la orden para evitar cualquier tipo de intervención militar en las calles. “Ningún militar saldrá a las calles en ninguna ciudad del país”, respondió Zavaleta frente a los motines policiales del viernes último.

Por su parte, el presidente Evo Morales agradeció a los oficiales de la Fuerzas Armada diciendo que se “han sentido protegidos”.

Sin embargo, el domingo último, después de que se diera a conocer el informe preliminar de la OEA, el comandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman Romero dijo que los militares le recomendaban que abandonara el cargo para “pacificar” el país. “Sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”, sostuvo Kaliman.

Si bien Morales, en su discurso de renuncia, marcó una diferencia entre el accionar de la Policía y el de las Fuerzas Armadas, ayer por la noche Williams Kaliman anunció que los militares pasarían a realizar “operaciones conjuntas” con la Policía Boliviana. En este momento, efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas operan en las calles de Bolivia y toman decisiones sobre su propio accionar.

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Comentarios

  • Fernando13 de noviembre de 2019 a las 6:38 pmY por todo eso, es un golpe de Estado clásico.
  • Osvaldo Casolati13 de noviembre de 2019 a las 6:52 pmEste ejemplo, como los de Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, me convencen que Latinoamérica bien puede llamarse América Indígena.-
  • Peter13 de noviembre de 2019 a las 8:41 pmEntonces hubo o no hubo golpe de estado ???
  • Juan14 de noviembre de 2019 a las 12:38 amImpecable cronología de los hechos. Lamentable como los medios en gral (aunque no todos) desvirtúan lo sucedido para acomodarlo a sus apetitos políticos. Gracias por el profesionalismo de siempre Chequeado
  • Gabriel Lopez Tejada15 de noviembre de 2019 a las 1:44 pmArticulo harto sesgado, donde olvida el tema MEDULAR, cual es la voluntad y acción constante de Morales y el MAS de perpetuarse en el poder, en contra de la Constitucion y del referendo popular.
  • Luis15 de noviembre de 2019 a las 5:12 pmNo me queda mas dudas de que este sitio ha dejado de ser objetivo. Tiene una clara inclinacion a la izquierda. Por esa razon, no le dare ni un peso
  • Luis15 de noviembre de 2019 a las 5:15 pmNo se publica informacion. Se publica opinion. No habla de que los manifestantes en contra de Evo Morales, estan indignados por la forma en que Morales llega a ser candidato, burlando la Constitucion que no se lo permitia. Aparte de que el Oriente boliviano es muy diferente cultural y economicamente hablando y Morales siempre se opuso a la autonomia de estas regiones
  • Diego Efe18 de noviembre de 2019 a las 12:24 amSe saltearon un dato importante, fue la Central Obrera Boliviana (COB) la que pidió la renuncia de Evo, mucho antes de que las FFAA lo hicieran. La idea de que es un clásico golpe militar se choca con lo sucedido: Kalimán no asumió tras la renuncia de Evo (aunque los partidarios de Evo desde El Alto así lo pidieron), el Congreso sigue funcionando y fue elegido para presidir una cámara un miembro del MAS, al propio Kaliman lo dieron de baja porque no es un general fascista como lo pintan sino que de hecho era un aliado de Evo. No van a perder la condición de progres defensores de los DDHH si se permiten considerar la complejidad de la situación.
  • Samuel26 de abril de 2020 a las 10:50 amConfirmado este sitio es basura solo generan desinformación

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