Subsidios a la energía: cómo variaron en los últimos 10 años

Un informe del Instituto Argentino de Energía “General Mosconi” (IAE) muestra que en 2020 los subsidios energéticos medidos en dólares totalizaron US$ 6.336 millones y aumentaron por primera vez luego de 5 años de descenso.

“En los últimos 10 años los subsidios acumularon US$ 129.561 millones, un monto que más que duplica el préstamo otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el año 2018”, sostiene el estudio realizado por el economista Julián Rojo, director del Departamento Técnico del IAE. Como se explicó en esta nota, el monto del préstamo era de US$ 57 mil millones, pero como no llegó a su término el Fondo finalmente envió US$ 45 mil millones.

De esos casi US$ 130 mil millones de subsidios en la última década, el 85% fueron para gastos corrientes, mientras que sólo el 15% fueron transferencias de capital, es decir, para inversiones. El punto máximo de los subsidios se dio en 2014 con un total de US$ 19.876 millones, mientras que el valor más bajo se dio 2019 con US$ 4.871 millones.

“La producción de hidrocarburos de la Argentina está en una profunda decadencia de larga data. Estamos mucho peor que en el pasado, la producción de petróleo crudo de 2020 es un 18,3% menor que la de 2010”, destaca en el informe Jorge Lapeña, ex secretario de Energía durante la Presidencia de Raúl Alfonsín y presidente del IAE. 

Asimismo, Lapeña agregó que “la producción de crudo del país es similar a la de los inicios de la década del 80” y que “la declinación crónica se inicia en 1998, año en el cual la Argentina alcanzó su máximo de producción histórica”. Según sus datos, en 2020 la producción tuvo niveles similares a los de los años 1979, 1984 y 1990, y fue casi la mitad de la de 1998, el año récord.

En el caso del gas natural, su producción en 2020 cayó casi un 9% respecto a 2019, “la tasa de disminución más elevada de la década”. El documento remarca que actualmente la producción es un 4% inferior a la de 2010.

El informe también destaca el impacto que tuvo la pandemia del nuevo coronavirus en el sector, tanto en el aumento de los subsidios como en la caída de la producción. En este sentido, advierte que “uno de los sectores más golpeados por la pandemia del COVID-19 ha sido la comercialización de combustibles líquidos” debido “a la menor circulación de vehículos, principalmente de uso doméstico, dada por las restricciones”.

“El aumento de la producción de hidrocarburos a lo largo de los próximos años podría posibilitar la eliminación o, al menos, la morigeración de la restricción externa que enfrentó la economía argentina a lo largo de las últimas décadas”, destaca un informe de la consultora privada PxQ, dirigida por el economista Emmanuel Álvarez Agis, ex secretario de Política Económica durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. 

En este sentido, el informe de PxQ sostiene que “la utilización de los subsidios a la energía como método de salario indirecto pueden ser justificable en el corto plazo ante variaciones abruptas en los precios de la energía o ante coyunturas macroeconómicas extremadamente desfavorables”, pero también destaca que “la conformación de una política de precios para el sector energético sustentable en el largo plazo es un requisito ineludible para expandir los niveles de inversión en el sector y, con ello, la producción”.