Cómo viven la cuarentena los niños, niñas y adolescentes

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, habilitó el domingo último las salidas para esparcimiento de hasta una hora diaria en un radio de 500 metros alrededor del hogar para toda la población del país, una medida que no entró en vigencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, a las que se sumaron otras jurisdicciones en las últimas horas.

La medida anunciada por el Gobierno nacional fue celebrada por UNICEF Argentina, organismo internacional que indicó que fue una sugerencia del Comité de Derechos del Niño.

La sede local del organismo de la Organización de las Naciones Unidas para la infancia publicó en los últimos días los resultados de una encuesta realizada en hogares con niños, niñas y adolescentes de todo el país durante la cuarentena.  

Del estudio se desprende que casi la mitad de los adolescentes de entre 13 y 17 años piensa que ellos o algún miembro de su familia puede contagiarse y enfermarse de la COVID-19. 

Además, un 22,5% de los adolescentes encuestados dijo sentirse asustado; el 15,7%, angustiado y el 6,3%, deprimido. A la hora de hablar de estos temas, más del 50% de los jóvenes respondieron que lo hacen con su madre.

Otro de los resultados de la encuesta es que, para pasar el tiempo, los niños, niñas y adolescentes hacen las tareas escolares (87%), hablan con sus amigos/as (57%), ayudan en tareas domésticas (49%) y juegan en consolas, PC o celular (48%). La mayoría considera que está más tiempo frente a las pantallas que antes del aislamiento.

Con respecto a la educación, en el 81,2% de los hogares los niños, niñas y adolescentes dijeron tener actividades o tareas escolares. Sin embargo, el 31% de los adolescentes indicó que no tuvo devolución por parte de los docentes de las tareas entregadas y el 23,4%, que no tuvo ningún contacto.

Como en otros aspectos, en la educación durante el período de cuarentena también se pueden observar las diferencias socioeconómicas de los alumnos: casi el 20% de las y los adolescentes respondió que en su casa no tiene internet, y aproximadamente el 40% no tiene acceso a una computadora, notebook o tablet. 

En relación con estas desigualdades, el doctor en Educación Mariano Narodowski indicó en una columna de opinión que “la idea de aprender en casa se complica cuando la casa no ofrece lugar adecuado ni condiciones mínimas. Y cuando no hay adultos preparados para acompañar”.

“La única forma de arrancar a los chicos de los barrios más pobres de la exclusión educacional durante el aislamiento es conectándolos a los insumos básicos hoy ausentes (desde el agua potable a la alimentación diaria) y especialmente, en este trance, conectándolos a Internet”, ponderó el ex ministro de Educación porteño.

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