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FrasesExagerado
La afirmación no es estrictamente cierta pero sí lo es el concepto o tendencia a la que se alude.

Guadagni: “Nuestro calendario [escolar] es el más corto del mundo”

Mientras hablaba sobre el impacto de las últimas leyes del ámbito de la educación aprobadas y el cumplimiento de la norma que fija un mínimo de 180 días de clase, el economista Alieto Guadagni afirmó:“Y eso que nuestro calendario es el más corto del mundo”. En esa entrevista con Clarín, el director del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano y miembro de la Academia Nacional de Educación profundizó: “Son 720 horas, pero si se considera huelgas, feriados puentes y demás en algunas provincias terminan siendo 620”.

Al ser consultado por Chequeado, Guadagni explicó que los datos en los que se basó su afirmación fueron publicados en el “Compendio mundial de la educación” de la UNESCO. Es cierto que allí se releva este tema, pero aunque los datos disponibles ubican a la Argentina en un puesto retrasado en el ranking publicado, este sólo mide a menos de un cuarto de los 193 países miembros de esa organización: 43 sobre 193.

Ese recorte, en el que la Argentina ocupa el puesto 39 (ver datos) se centra en los países que proveen datos a través de WEI (Indicadores Mundiales de Educación, por su sigla en inglés) y UOE (una serie de indicadores que incluye información de los organismos UNESCO/OCDE/Eurostat). Según las fuentes consultadas este informe es el mejor estudio disponible al respecto.

De hecho, en contacto con este medio, Juan Cruz Perusia, consejero regional para América latina y el Caribe del Instituto de Estadísticas de UNESCO, aclaró que están trabajando en un informe que incluya mayor cantidad de países con datos actualizados a 2013-2014.

En el informe que toma de base Guadagni, en el que se elige como variable para la comparación entre países la cantidad de horas previstas por año para un alumno de nueve años como base de análisis, la Argentina figura en el puesto 39 con sus 720 horas establecidas por ley.

En ese ranking, liderado por Egipto con 1149 horas, sólo se encuentran detrás República Checa (706), Corea del Sur (703), Finlandia (683), Estonia (603) e Indonesia (457). En diálogo con este medio, Nancy Montes, investigadora principal del área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), explicó que se eligió esa banda etaria, que comienza a los nueve y va hasta los 14 años, porque “son edades comprendidas en la obligatoriedad en la mayoría de los países”.

Pese a estos resultados, Paula Razquin, investigadora de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, destacó que “hay países con muy buen rendimiento académico que tienen menos horas instruccionales en promedio, por ejemplo países de Europa del Este como Rusia o incluso Finlandia o Noruega.” Montes también resalta el caso de Finlandia como un ejemplo de calidad educativa en que la cantidad de horas no cuenta toda la historia.

Así aunque la Argentina no es el último país en un ranking ya por naturaleza incompleto, tanto Guadagni, como las entrevistadas Montes y Razquin, coinciden en que hacer un análisis sólo sobre las horas que se deben cumplir por ley es, cuanto menos, una lectura incompleta que deja afuera no sólo el ausentismo de docentes, alumnos e “institucional” (días puente entre feriado y fin de semana, falta de clases luego de elecciones, etc), sino también la diferencia que existe entre los países (por no profundizar en las diferencias dentro de cada provincia) en la manera en que se imparten esas horas de enseñanza.

Esto se debe en parte a la dificultad para generar información consolidada en el resto de los territorios. Montes advierte que “el problema es que la información no se releva de manera sistemática. Generar estadísticas sobre días de clases es algo bien difícil, siempre son medidas de aproximación porque es complejo medir los días y las horas a nivel nacional porque varía mucho entre provincias y entre instituciones. En un momento una provincia puede tener 20 días de paro y otra no”.

Más allá del enfoque cuantitativo de las horas de clase se debe tener en cuenta cómo se dan esas horas: “En definitiva, lo que importa es qué es lo que se aprende en la escuela, y hay que tener en cuenta la estructura educativa de cada país, hay países donde las actividades extra-curriculares son tanto o más importantes que las horas en la escuela”, agrega Razquin.

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Comentarios

  • gato22 de julio de 2015 a las 9:58 pmCantidad no es sinónimo de calidad... Hay que analizar en profundidad los contenidos de los planes de estudios y que los teóricos de la educación (ministros, secretarios, supervisores, etc.) se acerquen a la realidad que se vive en las aulas de las escuelas y colegios de nuestro país.
  • hugo27 de julio de 2015 a las 1:11 pmno seria extraño que en egipto y en israel, 2 de los que "encabezan" el "ranking," una enorme cantidad de horas se relaciones con la "enseñanza" religiosa ...
  • hugo27 de julio de 2015 a las 1:13 pmel 2do factor ( quizas deberia ser el 1ro) es el % de la poblacion cubierto. es mejor 700 horas para el 100% que 1000 para el 20 % ( y 0 para el 80% restante )
  • Martín Sosa31 de julio de 2015 a las 1:27 pmPor qué "exagerado"? es el más "corto del mundo"? Son académicos, se supone que saben que expresiones universales, genéricas y totalizadoras son peligrosas. Si las siguen usando es porque saben, con precisión, que lo que sostienen es así o porque buscan engañar.
  • EL CANTARO10 de julio de 2018 a las 7:30 pmaqui se educa par patoteros y barra bravas , con ejemplos de los maestros

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