Alberto Fernández: “Ni cepo ni especulación. Una regulación que ponga límites a los capitales especulativos”
- Al contrario de lo prometido por el Frente de Todos, el Gobierno profundizó el cepo cambiario heredado de la gestión de Cambiemos.
- Los especialistas coinciden en que esa es la principal medida, aunque la baja en las tasas de interés desalentó la especulación de las inversiones de corto plazo.
- Justamente por el cepo cambiario, la Formación de Activos Externos, que se utiliza generalmente para medir la fuga de capitales, bajó fuertemente desde fines de 2019.
En julio de 2019, en plena campaña electoral, la cuenta oficial del Frente de Todos en Twitter difundió distintas propuestas de cara a las elecciones presidenciales de octubre que finalmente ganó su candidato, Alberto Fernández. “Ni cepo ni especulación. Una regulación que ponga límites a los capitales especulativos”, decía una de esas promesas de campaña en relación a la “fuga de capitales”.
#LaPropuestaDeTodos pic.twitter.com/dSuKZgaXNy
— TOD☀️S (@FrenteDeTodos) July 31, 2019
Fernández endureció el cepo cambiario
La promesa la publicó el Frente de Todos en julio de 2019. Pero, como se explicó en esta nota, el 1° de septiembre de 2019, días después de que Fernández ganara las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el gobierno de Mauricio Macri reimpuso el cepo cambiario con un límite de US$ 10 mil mensuales. El 28 de octubre último, luego de las elecciones generales, Cambiemos bajó esa cifra mensual a US$ 200.
A mediados de septiembre de 2020, ya con Fernández en el poder, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció nuevas restricciones para acceder a los US$ 200 dólares: se comenzaron a contabilizar los gastos en tarjetas para el cupo mensual, se limitó la cantidad de personas habilitadas para acceder a esos dólares (por ejemplo, quienes cobraron planes como el IFE o el ATP dejaron de poder comprarlos) y los que podían acceder a este beneficio debían pagar 35% como anticipo del impuesto a las Ganancias.
Es decir, al contrario de lo prometido por el Frente de Todos, el gobierno de Fernández endureció el cepo cambiario que ya había recibido de la gestión de Cambiemos. Por eso, la promesa se encontraba incumplida a finales de 2020 y pocas cosas han cambiado en 2021, por lo tanto se mantiene en esa calificación negativa.
Como se explicó en esta nota, las altas tasas de interés en pesos que otorgaba la Argentina durante la gestión de Cambiemos alentaban el “carry trade” o la especulación financiera: agentes financieros traían dólares al país y los cambiaban por pesos, los invertían en títulos -como las Lebacs- que daban mucha tasa de interés en pesos y después volvían a comprar dólares y se iban.
El riesgo de esta inversión era que aumentara el dólar. Esto no sucedió en los primeros años, pero en 2018 se dio el primer fuerte salto del dólar y esa crisis cambiaria desembocó en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al poner restricciones como un tiempo mínimo de estadía de los fondos invertidos o un porcentaje de la inversión que tienen que dejar sin remuneración “los inversores piensan 2 veces si quieren venir en un mes e irse”, explicó en esta nota el economista Juan Ignacio Paolicchi. La Argentina, desde 2005, tenía ambas restricciones, pero durante la gestión de Cambiemos se eliminaron.
“No hay normativas explícitas sobre un período mínimo de inmovilización de las inversiones, pero actualmente no hay incentivos para venir al país a hacer ‘bicicleta financiera’ porque las tasas de interés no son tan altas como antes y ahora es más difícil acceder a los dólares”, explicó a Chequeado el economista del Conicet Leandro Bona.
El gobierno de Fernández bajó las tasas de interés que fija el Banco Central de la República Argentina (BCRA) -llegaron al 86% anual en septiembre de 2019 y actualmente son del 38%, porcentaje que se mantiene por lo menos desde hace un año-, desalentando este tipo de especulación. Pero, al contrario de lo prometido, las principales trabas al acceso cambiario tienen que ver con el cepo.
En este sentido, Bona agregó: “Si quisieran entrar capitales por un corto plazo, quedarían atrapados en el conjunto de regulaciones que existen y no podrían acceder al dólar oficial, sino que para salir del país deberían ir a otros tipos de dólar, como el ‘contado con liquidación’”.
Fernando Alonso, gerente principal de Comunicación y Relaciones con la Comunidad del BCRA, había señalado a este medio que “la Argentina no tiene trabas para ingresar dólares financieros, pero sí para sacarlos”, ya que “si entrás, quedás atrapado en el cepo”. Destacó, de todas maneras, que en el último año “hubo decisiones a favor de las empresas que invierten para que puedan disponer de divisas”.
En este sentido, citó el “Informe sobre el Régimen de Disponibilidad de Divisas para Inversores Extranjeros” -que rige para las inversiones extranjeras directas- del BCRA, que destaca que a través de una serie de medidas se han “mejorado las condiciones de acceso al mercado de cambios respecto a la repatriación de inversiones directas y giros de utilidades y dividendos”.
¿Qué pasó con la fuga de capitales?
Hay distintas formas de medir la fuga de capitales, pero la más utilizada es la Formación de Activos Externos (FAE) que, durante la gestión de Cambiemos, acumuló casi US$ 88 mil millones.
Pero, ¿qué mide la FAE? Esta metodología que el Banco Central publica mensualmente tiene en cuenta las inversiones que realizan los argentinos fuera del país, así como los dólares que compran los residentes, aunque estos queden en la Argentina, como se explicó en esta nota. Es decir, la FAE, aunque es la más utilizada para estimar la fuga, no necesariamente muestra que los fondos se fueron del país, como generalmente se cree.
Justamente por estas limitaciones que se impusieron a la compra de dólares mediante el cepo cambiario es que la FAE bajó fuertemente desde octubre de 2019. En todo 2020 acumuló US$ 3.053 millones, cuando sólo en agosto de 2019 había llegado a los US$ 5.900 millones, el mayor valor mensual desde que comienza el registro, en 2003. Entre enero y octubre de 2021 la FAE cayó a un acumulado de US$ 247 millones (los datos se pueden encontrar acá, en cada informe mensual).
Aunque la regulación parece ir en dirección a la promesa de ponerle límites a los capitales especulativos, el cepo cambiario se endureció apenas Fernández asumió como presidente de la Nación y con el tiempo fue acentuándose. Por lo tanto, la promesa continúa incumplida.
INCUMPLIDA: la promesa tenía un plazo establecido que no se cumplió o los resultados muestran que la situación avanzó en la dirección contraria a lo previsto.
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