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Qué gobierno recibe Javier Milei de Alberto Fernández: 11 indicadores para entender el traspaso presidencial

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:
  • El Presidente electo recibirá del actual gobierno del Frente de Todos un país con una mayor cantidad de pobres e indigentes que los registrados en 2019, cuando terminó la presidencia de Mauricio Macri (Cambiemos). 
  • En los últimos 4 años se registró un aumento del empleo, pero sostenido sobre la base de la creación de puestos de trabajo informales. También continuó la caída de los salarios y de las jubilaciones frente a la inflación que se había iniciado con la gestión de Cambiemos. 
  • En materia de seguridad, se redujo la tasa de homicidios dolosos. Además, aumentó la inversión en Educación pero cayó levemente la inversión en Salud. Te mostramos lo que pasó también con la inflación, las reservas, las Leliqs, el déficit y la deuda. 

Última actualización:15/12/2023

El 19 de noviembre de 2023 los argentinos eligieron a Javier Milei como el próximo presidente de la Nación, en un balotaje donde enfrentó al candidato oficialista, Sergio Massa (Unión por la Patria). 

Inmediatamente después de conocido el resultado, los equipos técnicos del presidente electo comenzaron la transición con los representantes del Gobierno nacional. En esta nota (como hicimos cuando Mauricio Macri -Cambiemos- le dejó el gobierno a Alberto Fernández -Frente de Todos-) te contamos qué país recibirá la próxima gestión de la Libertad Avanza en 11 indicadores sociales clave.

En esta entrega se analizan los siguientes temas: la pobreza y la indigencia; el empleo; los salarios; las jubilaciones; la inseguridad; la inversión en Educación y Salud; la inflación; las reservas internacionales; el stock de las Letras de Liquidez del Banco Central (Leliqs); el déficit fiscal; y la evolución de la deuda durante la gestión de Alberto Fernández.  

1. Alberto Fernández deja más pobreza e indigencia que en 2019

En el segundo semestre de 2019, al final de la presidencia de Mauricio Macri (Cambiemos), la pobreza llegó al 35,5% y la indigencia fue del 8% (acá una explicación para saber cómo se miden estos indicadores). La gestión de Fernández nunca pudo reducir esas cifras

En el comienzo del gobierno del Frente de Todos la pobreza ascendió al 40,2% en el primer semestre y al 42% en la segunda mitad del año. La indigencia fue del 10,5% en ambos períodos. 

Esta época estuvo signada por la pandemia del coronavirus y el aislamiento social que decretó el gobierno de Fernández desde el 20 de marzo de 2020. En este sentido, Leopoldo Tornarolli, investigador del Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad de La Plata, dijo en esta nota que “la magnitud real de la crisis COVID se pudo observar en la evolución trimestral” ya que la suba de la pobreza se dio especialmente por lo ocurrido en el segundo trimestre (abril, mayo y junio) de ese año, que incluyó las semanas de cuarentena estricta donde se sintió fuerte la caída en el empleo.

A partir de 2021, los niveles de pobreza disminuyeron hasta llegar al 36,5% en el primer semestre de 2022. Sin embargo, a partir del segundo semestre de ese año (con la corrida cambiaria producida tras la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía) este indicador social volvió a aumentar: llegó al 39,2% en ese período y subió al 40,1% en el primer semestre de 2023 (último dato disponible). 

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), aseguró en declaraciones al programa “Ahora con Vos”, que se emite por Radio con Vos, que las cifras de la pobreza serán peores en la segunda mitad de 2023, período en el que asumirá Milei como presidente. “La pobreza siguió aumentando, y después devino una catástrofe en términos de devaluación y de reacción inflacionaria que todavía no está captada en las últimas mediciones”, indicó. 

2. Más empleo, pero de peor calidad

Durante la gestión de Alberto Fernández se registró un incremento en la cantidad de puestos de trabajo, pero este fenómeno se explicó principalmente por un fuerte aumento del empleo informal, ya sea el que no está registrado (y, por ende, no cuenta con protección legal) como también el trabajo independiente de baja calificación e ingresos.  

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la desocupación en el segundo trimestre de 2023 (último dato disponible) fue del 6,2%, el valor más bajo desde el comienzo de la actual serie estadística publicada por el instituto oficial, que se inició en 2004. 

Sin embargo, esta recuperación se sostuvo mayoritariamente sobre la base de un incremento del empleo informal. De acuerdo con datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) analizados por Jorge Paz, investigador del Conicet en el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE), entre el cuarto trimestre de 2016 e igual período de 2022 se incorporaron al mercado laboral casi 1,7 millones de personas

De ese total, el 47,5% (800 mil) son asalariados formales (es decir, que realizan aportes al sistema de seguridad social y tienen beneficios como obra social, vacaciones pagas e indemnización por despido, entre otros). En tanto, el 52,5% (890 mil) son cuentapropistas no profesionales (personas que realizan tareas de baja calificación) o asalariados no registrados.

Al respecto, Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma, señaló a este medio que en la gestión de Fernández la dinámica del empleo “fue muy distinta no sólo a la del gobierno de Cambiemos sino también en comparación con el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner”. En este senitdo, el especialista destacó que “en materia de ocupación registrada el mayor aumento fue en el trabajo por cuenta propia”.

3. Continuó el deterioro del salario iniciado en la gestión de Mauricio Macri

Durante la gestión de Macri, los salarios formales sufrieron una caída real (es decir, contemplando la inflación) del 20%, de acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo de la Nación

En tanto, durante el actual gobierno de Fernández continuó la caída real de los salarios: de acuerdo con el registro de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) que mide los ingresos del sector registrado, hasta septiembre de 2023 (último dato disponible) el salario registrado promedio cayó 6,2% en términos reales con respecto a 2019. En el caso de los trabajadores del sector público, el deterioro fue mayor.

Al respecto, Campos declaró, al analizar el Índice de Variación Salarial (que, como se explica en esta nota, contempla los ingresos de los trabajadores del sector público y del sector privado registrado y no registrado en base a la Encuesta Permanente de Hogares), que “el salario real de los trabajadores registrados siguió profundizando el deterioro iniciado durante la gestión de Cambiemos. En comparación con diciembre de 2019, la caída fue del 0,8%, acumulando un retroceso del 23% contra los niveles de fines de 2015”. 

4. Las jubilaciones, también en caída durante la gestión de Alberto Fernández

Durante la gestión que finaliza el 10 de diciembre, las jubilaciones también perdieron contra la inflación, aunque en diferente medida dependiendo el tipo de haber

Si se tiene en cuenta el último aumento otorgado por la gestión de Alberto Fernández, la jubilación mínima más el bono será de $ 160.713 en diciembre ($ 105.713 de haber y $ 55 mil de bono). 

Pero únicamente este grupo de jubilados (que, como se explica en esta nota, representa a casi 2 tercios del total), recibió una compensación extra: el resto cobró el porcentaje de aumento dispuesto por la Ley de Movilidad y, por lo tanto, sufrió una mayor pérdida del poder adquisitivo.  

En efecto, durante la gestión de Fernández en promedio las jubilaciones mínimas cayeron un 0,4% real (es decir, contemplando el efecto de la inflación) aún tomando todos los bonos otorgados por el Gobierno nacional. 

Sin embargo, los haberes superiores sufrieron una mayor caída del poder adquisitivo: si se considera a alguien que cobra el equivalente a 2 haberes mínimos (que, en promedio, recibirá $ 145 mil mensuales en 2023), la caída es del 23,8%. En tanto, quien recibe 3 haberes mínimos (promedio mensual de $ 214 mil en 2023) perdió un 25,1% y quien recibe el haber máximo ($ 480 mil) sufrió una pérdida del poder adquisitivo del 35,6%. 

Al respecto, Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, dijo a Chequeado que “la situación de los jubilados es desesperante, y se suma a una caída en los haberes de más de 20 puntos que se arrastra desde la gestión de Macri”.

“En 2022 se agravó la situación de los jubilados, cuando la inflación aumentó la pérdida de poder adquisitivo”, explicó Semino, al tiempo que cuestionó la aplicación del bono para quienes cobran la jubilación mínima, dado que “los bonos distorsionaron cada vez más la pirámide: quienes ganaban un haber un poco más allá de la mínima, hoy quedaron emparentados con el resto”. 

5. Mejoras en las cifras de seguridad en la gestión del Frente de Todos

Como se explica en esta nota, los especialistas y los organismos oficiales suelen utilizar la tasa de homicidios dolosos (es decir, la cantidad de crímenes cometidos con la intención de asesinar a una persona, cada 100 mil habitantes) para medir la evolución del delito y la seguridad ciudadana.

De acuerdo con los últimos datos oficiales (que contienen información hasta el año 2022), la cantidad de homicidios se incrementó en 2020 con respecto a 2019, último año de la administración Cambiemos.

En 2019 se registró en la Argentina una tasa de 5,1 homicidios dolosos cada 100 mil habitantes, mientras que en 2020 la cifra se elevó a 5,3. A partir de 2021, la situación mejoró: ese año se registró una tasa de 4,6 homicidios dolosos, mientras que en 2022 se llegó a 4,2, la tasa más baja desde que se tiene registro, en el año 1991.

6. Gestión Fernández: aumentó la inversión en Educación y hubo una pequeña caída en la inversión en Salud

Dos componentes muy importantes para medir la inversión social del Gobierno actual son los gastos en Educación y Salud. 

De acuerdo con los datos oficiales, para 2023 la administración nacionalproyecta gastar (es decir, teniendo en cuenta el último presupuesto actualizado) $ 2,6 billones para la Función Educación (que agrupa todos los gastos del Gobierno nacional destinados al área, independientemente de qué ministerio lo ejecute). 

Esto representa el 1,4% del PBI estimado para este año, una cifra superior al 1,11% registrado en 2019, último año de la gestión de Macri.  

El dato sólo incluye el presupuesto del Gobierno nacional, por lo que no contempla el gasto educativo de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. La actual Ley de Financiamiento Educativo estipula que el gasto para el conjunto de estas jurisdicciones y la Nación debe alcanzar el 6% del PBI. 

En tanto, un proyecto de reforma de esa ley enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso busca elevar el gasto al 8%. Sin embargo, un trabajo de la ONG Argentinos por la Educación señala que, entre los años 2006 y 2020 (último año analizado), sólo en 3 ocasiones se cumplió con la meta del 6% (2009, 2013 y 2015). 

Respecto de la Función Salud, el Gobierno prevé ejecutar este año gastos por $ 1,4 billones, equivalentes al 0,74% del PBI proyectado para este año. Esto significa una leve caída con respecto al 0,79% ejecutado en 2019.

Los gastos en este área aumentaron fuertemente entre 2020 y 2021 -durante la pandemia del coronavirus-, cuando el presupuesto ascendió al 1,23% y 1,3% del PBI respectivamente.

7. Récord de inflación en más de 30 años

El incremento de precios fue uno de los principales problemas de la gestión de Alberto Fernández, que dejará su cargo con la cifra más alta de inflación desde julio de 1991, en el final de la hiperinflación.

De acuerdo con los últimos datos disponibles (hasta octubre de 2023), la inflación en los primeros 10 meses del año fue del 120%, y el incremento de precios interanual (respecto a octubre de 2022) ascendió al 142,7%.

Con estos datos, la inflación durante la actual gestión acumula un incremento del 779,2%, el más alto para un período presidencial desde Raúl Alfonsín. En la gestión de Mauricio Macri (Cambiemos) la inflación total había sido del 293,5%.

El primer año de la gestión del Frente de Todos la inflación bajó del 53,8% al 36,1%, pero en 2021 volvió a trepar al 50,9%. Joaquín Waldman, economista de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) e investigador del Conicet, dijo a Chequeado que esto se debió principalmente a “la importante emisión monetaria para financiar los gastos extraordinarios por la pandemia, el salto en los precios internacionales de los alimentos y la energía, y el precio de la ropa y calzado (por mayores controles a las importaciones)”.

En tanto, en 2022 nuevamente se registró una escalada inflacionaria (llegó al 94,8%). Para Waldman, esto se debió a “la suba de precios internacionales por la invasión de Rusia a Ucrania, la aceleración del tipo de cambio oficial (se había atrasado significativamente en 2021, cuando sólo subió 23%) y la aparición de nuevos tipos de cambio y la fuerte volatilidad en las cotizaciones financieras”. 

8. Caída histórica de las reservas internacionales

De acuerdo con los últimos datos disponibles, el Banco Central cuenta con reservas internacionales brutas (es decir, como se explica acá, el total de fondos en moneda extranjera) por US$ 21.500 millones. Se trata del valor más bajo registrado desde marzo de 2006.

En la actual gestión, las reservas brutas cayeron más de la mitad: al asumir Fernández el 10 de diciembre de 2019, había en el Banco Central US$ 43.785 millones.

En tanto, las reservas netas (es decir, las divisas que el Banco Central tiene de libre disponibilidad) se ubican en terreno negativo por US$ 11 mil millones, según estimaciones de consultoras privadas. Esto significa una caída de US$ 24 mil millones respecto de los niveles de reservas al asumir la gestión el Frente de Todos en diciembre de 2019 (US$ 13.100 millones). 

9. Fuerte incremento de las Leliqs

Uno de los puntos de la “herencia económica” en los que Milei hizo hincapié es en las Letras de Liquidez (Leliqs) del Banco Central. Se trata de instrumentos de deuda que el Banco Central les ofrece a las entidades financieras con el objetivo de reducir la circulación de dinero para evitar una mayor inflación. Este instrumento comenzó a utilizarse en 2018, en reemplazo de las Letras del Banco Central (Lebacs).

En la gestión de Fernández, las Leliqs se incrementaron un 140% en términos reales, llegando a $ 14,2 billones, lo que representa poco más del 10,2% del Producto Bruto Interno (PBI) y casi el doble de las reservas internacionales brutas.

Sin embargo, tras la derrota del oficialismo y las declaraciones de Milei, muchos bancos optaron por no renovar este instrumento, y la deuda bajó a $ 10,7 billones, de acuerdo con los últimos datos del BCRA.

No obstante, ese dinero fue absorbido por los pases pasivos, un bono a muy corto plazo (se renueva diariamente) que paga menos intereses (126%) pero les permite a las entidades decidir diariamente sobre el destino de los fondos. Esta deuda se incrementó en $ 4 billones (casi el mismo monto que cayeron las Leliqs) en 30 días. De este modo, todos los pasivos del Banco Central (contabilizando las Leliqs y los pases) continúan en los mismos niveles.

Si se considera la totalidad de los pasivos remunerados del BCRA (incluyendo los Pases Pasivos y otros instrumentos de deuda, como las Notaliq o las Lediv) y se lo compara con el PBI, también se desprende que en la gestión de Fernández hubo un incremento respecto de la situación que recibió en diciembre de 2019: pasaron del 4,5% al 8,2% del PBI. 

Guido Zack, el director de Economía del think thank Fundar, aseguró que “las Leliq no son el principal problema de la economía argentina” sino que se trata de “una deuda del sector público consolidado en moneda local, que paga intereses reales negativos y que su renovación o no es parte de la estrategia del BCRA para fijar tasas a corto plazo”.

10. Déficit fiscal en alza

Alberto Fernández terminará su gestión con un déficit primario (es decir, la diferencia entre los ingresos y los gastos sin contar los intereses de la deuda) de al menos el 2,4% del PBI y un déficit financiero (que incluye el pago de los intereses de la deuda) del 4,4%, según datos de la Oficina Nacional del Presupuesto (ONP) del Ministerio de Economía de la Nación. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el rojo primario llegará al 4%.

Como se explica en esta nota, la gestión de Macri terminó 2019 con un déficit primario del 0,4% del PBI y un financiero del 3,8%. En el comienzo del gobierno del Frente de Todos, en medio de la crisis provocada por la pandemia -que generó un fuerte incremento de los gastos extraordinarios para aminorar las repercusiones negativas del COVID-19-, el déficit primario se disparó al 6,4% del PBI, mientras que el financiero fue del 8,4%.

En 2021, el déficit primario se ubicó en el 3% del PBI y el financiero bajó al 4,5%. Al año siguiente, el rojo primario se ubicó en el 2,4% y el financiero, en el 4,2%, números alineados con las metas del acuerdo que la Argentina firmó con el FMI.

Tras la asunción de Massa como ministro de Economía en 2022, hubo una contracción inicial en los gastos primarios (del 19,5% en el segundo semestre de 2022 y del 9,8% en el primer semestre de 2023, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso -OPC-).

Pero la caída en paralelo de los ingresos (explicados por una baja de la recaudación, atada principalmente a los efectos de la sequía) y el incremento de los gastos del Gobierno nacional a partir del segundo semestre (en coincidencia con el calendario electoral) revirtió esta situación, haciendo que el último año de la gestión de Fernández finalice con déficit superior a 2022 y a las metas pactadas con el FMI (1,9%).

Rafael Flores, economista de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), señaló a Chequeado que la gestión de las cuentas públicas por parte del Gobierno “es claramente negativo”.

“El Gobierno evitó encarar un problema que era central para cualquier esquema de estabilización, como lo era la situación fiscal. Cuando asumió Massa, era el momento de hacer un plan de estabilización que tomara lo fiscal como uno de los ejes, pero eso no se hizo y los últimos meses fueron de una irresponsabilidad total: aumentando gastos y bajando impuestos y generando problemas a futuro que van a ser muy difíciles de enfrentar”, sostuvo el especialista.

11. La evolución de la deuda en la gestión Fernández

Como se explica en esta nota, los economistas mantienen diferencias en torno a la forma de contabilizar la deuda de nuestro país.

Si se mide la evolución de la deuda bruta de la Administración Central (como lo hace oficialmente la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía de la Nación y organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos -OCDE-), al segundo trimestre de 2023 (último dato disponible) se evidencia un incremento de US$ 90 mil millones con respecto a igual período de 2019. Gran parte de esta deuda fue tomada mayormente con organismos públicos (casi US$ 76 mil millones).

En relación con el PBI, la deuda bruta en la gestión de Fernández ascendió al 88,4% en el segundo trimestre de 2023 (último datos disponible). En el mismo período de 2019, el peso de la deuda durante la gestión de Macri fue del 80,7% del PBI.

En tanto, si a esto se le suman los pasivos del BCRA (es decir, la deuda de la entidad a través de instrumentos como las Leliqs y el stock de Pases pasivos, que sumaron más de US$ 45.500 millones), la gestión de Fernández aumentó la deuda en US$ 135 mil millones.

Finalmente, si se suma a esta última cuenta la evolución de las reservas netas del BCRA, pero se excluye la deuda bruta con los organismos públicos (como sugieren otros economistas), el incremento de la deuda durante la gestión de Fernández (al tercer trimestre de 2023) fue de US$ 75.700 millones: con un incremento de US$ 14.200 millones de deuda bruta con acreedores privados, de US$ 45.500 millones de la deuda del BCRA y una caída de US$ US$ 16 mil millones de las reservas.

 

Actualización 15/12/2023: se incorporó en el punto 8 un gráfico con la evolución de las reservas internacionales desde 2005 hasta la actualidad. En el punto 9 se agregó el dato sobre el total de pasivos remunerados del BCRA y su peso en el PBI. En el punto 11, en tanto, se incluyó el dato del ratio de la deuda sobre el PBI.  

Actualización 02/12/2023: esta nota fue actualizada con el link al especial que hizo Chequeado cuando Mauricio Macri (Cambiemos) le entregó el gobierno a Alberto Fernández (Frente de Todos).

Actualización 01/12/2023: esta nota fue actualizada con 5 indicadores que corresponden a la segunda parte de esta producción.

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Comentarios

  • Lila11 de diciembre de 2023 a las 12:58 amMe gustaría saber cómo se elije el contexto que acompaña a cada dato. En algunos casos se informa solo el dato, por ejemplo el % que culmina el secundario. En otros, se compara con el año anterior y en otros con la gestión/ anterior/es. Gracias
  • Francisco12 de diciembre de 2023 a las 5:06 pmPesimo el apartado de deuda, poco explicativo y el grafico es muy malo, no se entiende si está dolarizada la deuda en pesos.
  • Sebastián Mateo22 de diciembre de 2023 a las 1:18 pmSi tenés sólo unos segundos, leé estas líneas: El gobierno de Fernandez dejó un desastre en todos los aspectos. Fin.
  • Mariana1 de febrero de 2024 a las 9:34 amNo todo es cifras, hay que contextualizar la historia, no hay cifras sin historia. Fernández recibió un país e llamas. A los meses de su asunción vino una pandemia. Y luego una sequia
  • Alejandro2 de abril de 2024 a las 10:08 amHaber dejado en definitiva un 5,7% de desocupacion, más allá de que sea formal o informal, es algo valedero,más cuando sufrimos una pandemia, sequías y una guerra. Si no hay contexto, todos esos datos se pierden. Recuerden que cuando estalló el 2001 había más de un 27% de desocupacion, hoy no puede pasar eso porque el argentino trabaja y si bien su sueldo es magro, prioriza la precariedad laboral por encima de todos los demás índices. Llevar un mango a la casa lo conforma y lo tranquiliza, hoy lamentablemente con una incertidumbre total y despidos masivos todo puede cambiar y terminar, ahora sí, en un verdadero desastre.

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